Exhibición en honor de pareja polaca que salvó judíos durante el Holocausto

Exhibición en honor de pareja polaca que salvó judíos durante el Holocausto
25 mayo, 2015 administrador

Publicado Associated Press

VARSOVIA – Era la Segunda Guerra Mundial. Varsovia estaba bajo ocupación alemana y la esposa del director del zoológico de la ciudad vio que se acercaban nazis a la casa en la que vivían ella y su familia en los terrenos del zoológico.

 

Según lo planeado, fue rápidamente hasta su piano y comenzó a tocar una alegra melodía de una opereta de Jacques Offenbach: era una señal para que los judíos que se ocultaban en su casa se quedaran quietos, en silencio, y no salieran de sus escondites.

Ese escenario se repitió varias veces durante los años de la guerra. Era uno de los trucos que permitieron a Jan y Antonina Zabinski salvar las vidas de decenas de judíos en un dramático capítulo del drama polaco del tiempo de la guerra que era virtualmente desconocido hasta que una escritora estadounidense, Diane Ackerman, publicó en 2007 un libro sobre la pareja polaca titulado “La Esposa del Guardián del Zoológico”.

Las notables acciones de los Zabinski durante la guerra seguramente ganarán aún más renombre con la reciente inauguración de una exhibición permanente en la antigua casa de la familia, una atractiva casa de dos pisos, estilo Bauhaus, construida en los años ´30 en el mismo zoológico.

La exhibición rinde homenaje a la pareja con fotos de ellos, a menudo con sus queridos animales, en cuartos recreados para evocar el período de la guerra. Hay esculturas de animales hechas por una artista judía, Magdalena Gross, quien se ocultó allí durante la guerra. Los visitantes también podrán ver el sótano en el que los judíos encontraron refugio, así como un estrecho túnel que atravesaban para llegar al exterior.

Entre quienes asistieron a la ceremonia de inauguración estuvo Moshe Tirosh, de 78 años, quien se ocultó allí por tres semanas en 1943, cuando sólo tenía seis años, así como los hijos de los Zabinski, Ryszard y Teresa. Sólo hay otro sobreviviente judío conocido, la hermana de Tirosh, Stefania, quien vive en Canadá.

Tirosh aún recuerda detalles, aunque sólo estuvo allí un breve lapso de la larga y dramática lucha por la supervivencia durante los años de la ocupación nazi. Recuerda haber sido llevado allí en un carro tirado por un caballo que lo condujo a través del Vístula hasta los verdes terrenos del zoológico. Recuerda haber permanecido en el sótano con su hermana mientras sus padres se ocultaban en un sector antes destinado a forraje de los animales. Dijo que siempre ponía su mano sobre la boca de su hermana cuando esta lloraba para que no se oyeran los sollozos, ya que cualquier ruido podía revelar el escondite. También recuerda haber sido bien alimentado en comparación el hambre terrible que pasó en otros períodos de la guerra.

Cuando llegó el momento de trasladarse a otro escondite Antonina lo llevó a la casa para teñirle el pelo de rubio en la esperanza de que pudiera pasar como “ario”. Pero el color resultó ser rojo, lo que inspiró a los demás a aplicarle un nombre en código: Ardilla.

También recuerda que Antonina usaba su piano para enviar los mensajes secretos, con una melodía para advertir de peligro y otra para decirles que el peligro había pasado. No puede identificar las melodías, pero otros testigos dicen que la advertencia de peligro era “Ve, ve, ve a Creta” de “La Bella Helena” de Offenbach, que un pianista volvió a tocar en la ceremonia de inauguración de la exhibición.

Aunque está muy agradecido a los dos Zabinski sus mejores recuerdos se centran en Antonina, quien tuvo más contacto con los judíos ocultos que su esposo, quien trabajaba más fuera de la casa en sus actividades anti-nazis de la resistencia clandestina, incluyendo la organización de conductos de ayuda a judíos que escapaban del ghetto. Al ayudar a judíos los Zabinski arriesgaban no sólo sus propias vidas sino también las de sus hijos, ya que estaba vigente la pena de muerte para los polacos que ayudaran a judíos.

“Antonina era una gran mujer, una heroína”, dijo Tirosh, hablando con Associated Press en una entrevista en Varsovia, a donde viajó desde su casa en Israel para asistir a la inauguración. “También era hermosa, inteligente y sabia”.

La pareja salvó a decenas de judíos; aunque se desconoce el número exacto se calcula que está entre 100 y 300. Fueron honrados en 1965 como “Justos de Entre las Naciones” por Yad Vashem el Memorial del Holocausto de Jerusalem.

El desarrollo de la exhibición es obra del zoológico y de “Desde las Profundidades”, una organización que trabaja para preservar la memoria judía. El Director, Jonny Daniels, dice que espera que el zoológico de Varsovia se convierta en un punto clave a visitar por los israelíes y otros judíos que viajen a Polonia. El café del zoológico incluso ofrecerá comida kosher.

El propio zoológico fue testigo de horrores durante la guerra. En setiembre de 1939, cuando lo alemanes invadieron el país, bombardearon el zoológico, matando a muchos animales y provocando destrucciones que permitieron que otros animales escaparan. Algunos, como osos y leones, eran peligrosos para los humanos, por lo que hubo que sacrificarlos. Luego los alemanes se llevaron algunos de los especímenes más valiosos, como los linces, a zoológicos de Alemania y mataron el resto en una verdadera cacería en la Víspera de Año Nuevo de 1940.

Entonces Zabinski convirtió el zoológico en un criadero de cerdos, lo que le permitía entrar al Ghetto con el pretexto de juntar residuos para los cerdos, simulación que le permitió ayudar a los judíos del lugar.

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