Artículo de Dinorah Polakof
Uruguay adscribe a las normas internacionales contra el racismo, aprobada por la Convención de las Naciones Unidas que elimina toda forma de discriminación racial. Nuestro Código Penal establece pena de prisión para quienes estimulen en público al odio, desprecio contra personas por su color de piel o raza, sexo, ideas políticas, religión.
Si esas leyes hubiesen imperado en la Checoslovaquia durante la Segunda Guerra Mundial, nuestra tarea se volvería meliflua. Me refiero a la investigación y posterior difusión que estamos desarrollando en cuanto espacio nos abra las puertas.
Desde que hemos regresado de una beca en Yad Vashem, a Sandra Vainstein y a quien suscribe nos interesa hilar fino en la gran temática que significa el estudio de la Shoá. De tanto dar puntadas -mucho tiene que ver nuestra formación docente- nos topamos con la problemática y sufrimiento de los niños apresados en Terezín.
Clara Aldrighi, Prof. Adj. de Historia Contemporánea del Instituto de Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, nos encontró indagando entre libros, documentación, mapas, audiovisuales, del que hacemos uso en la Biblioteca de la Shoá. La profesora se había apersonado en el ámbito de estudio de nuestra institución, motivada por el cuantioso y sorprendente material. Al consultarnos acerca de la posibilidad de disertar frente a sus alumnos de 3° y 4° año de la Licenciatura en Historia es que el 16 de setiembre presentamos en la Facultad el tema «La infancia en Terezín. Un campo de detención singular».
Luego de la conferencia se abrió una instancia para las preguntas y reflexiones.
Tal vez, nuestra mayor gratificación esté expresada en la carta que recibiéramos unos días después y que transcribimos:
Estimadas Profesoras Sandra Veinstein y Dinorah Polakof:
Muchas gracias por la clase interesante, valiosa e instructiva que impartieron en el Seminario de Historia del Siglo XX.
Al aportarnos memoria y conocimiento histórico sobre tan dolorosos y terribles procesos, contribuyeron también a impulsar los valores de humanismo, libertad, razón y paz, amenazados hoy como ayer en el mundo contemporáneo.
Afectuosos saludos
Clara Aldrighi
Por eso lo del título. Adsum. Cada vez que nos convoquen.