Por Julio Rosenblatt. Publicado en Semanario Hebreo el 20 de Abril de 2017.
Gran parte de mi familia nació y creció en Beiseförth y alrededores, un pueblo de Alemania cercano a Kassel que aún existe. Allí se asentaron hace más de cuatrocientos años viviendo y compartiendo sus días con el resto de los habitantes de la ciudad. Varios de los integrantes de esta familia combatieron por Alemania en las diferentes guerras, en particular en la Primera Guerra Mundial en el frente francés. Max Rosenblatt nació en ese pueblo el 5 de enero de 1896 fue deportado el 9 de diciembre de 1941 y asesinado en el campo de concentración de Stutthof en octubre de 1944. Junto a él fueron asesinados, hermanos, tíos, padres y primos, entre ellos su hermana Betty y su prima Ruth.
Los tres son protagonistas del libro ilustrado para niños de entre 7 y 12 años, el primero de una serie que trata de revivir los momentos en los cuales se pasa de una convivencia casi plena a una casi total y absoluta discriminación que traerá, migración forzada para muchos, destrucción y muerte para otros.
El primero de estos libros no muestra en ningún momento escenas de violencia directa, tampoco, se ven escenas de maltrato al menos físico. La historia es un intento de mostrar como en forma casi imperceptible se van insertando elementos que terminan distanciando a aquellos que tanto tenían en común. El libro está en español, próximamente estará en inglés y alemán, todas las versiones están en formato digital disponibles en Amazon.
Si bien y por razones obvias esta propuesta está vinculada íntimamente a lo que ocurrió con el pueblo judío en Alemania, ella es extrapolable a otros tipos de discriminación que a lo largo de la historia han sufrido y sufren aún hoy muchos pueblos.
Dibujos del libro ilustrado por Verónica Leite. Los nazis marchan en Beiseforth. Max inventa una marcha alternativa.
Max, que en la ficción no muere, le cuenta a su nieta cómo era su vida de niño en su pueblo natal, Beiseförth. Vivía con sus padres y su hermana y tenía dos grandes amigos: Otto y Hans. Nos muestra cómo eran sus juegos infantiles, su relación con la naturaleza y los animales que estaban en su entorno. Era sin dudas un niño feliz.
De la primera parte del relato podemos inferir que en Beiseförth todo era normal. Los vecinos se conocían e intimaban sin importar su origen o religión, los niños asistían a la escuela donde había integración religiosa y jugaban en las casas con sus amigos, fueran judíos o no judíos. Esto funcionó hasta que se presenta la crisis económica alemana de finales de los años 20 e inicios de los años 30. La misma golpea a la familia de Max y a la de su amigo Otto y, como consecuencia, los padres de ambos se quedan sin trabajo.
La crisis había afectado a todos por igual pero, como se verá, las soluciones vendrían a expensas de algunos.
A su vez, aparecen las primeras señales externas provenientes del régimen Nazi que van a perturbar y dividir a la comunidad. Panfletos, desfiles, actos proselitistas y acciones concertadas de discriminación, comienzan a separar unos de otros. Este es el modo en que las comunidades pequeñas empezaron a ver afectada su vida cotidiana.
El libro tiene una trama que incluye aventuras, suspenso y toda una serie de situaciones que lo hacen atractivo para un niño y para un adulto.
El libro dispone de herramientas de apoyo pedagógico en internet que permiten conocer datos contextuales del relato, así como un conjunto de elementos que hacen que la obra pueda ser utilizada como base para un análisis más profundo.
Max y sus desafíos tiene por autores a Julio Rosenblatt y Verónica Leite quien tiene una amplia trayectoria en literatura infantil como ilustradora y autora de libros para niños.