A la opinión pública:

Por el presente Proyecto Shoá: Memoria y Legado del Holocausto y el Centro Recordatorio del Holocausto, instituciones que se dedican en nuestro país a la preservación de la memoria de la Shoá (Holocausto) del pueblo judío y la reflexión y el aprendizaje en pos de un nunca más se manifiestan en repudio a cualquier evento que ponga de manifiesto la existencia de células neonazis en Uruguay.

El pasado 28 de julio de 2017 en el bar Los Girasoles se produjeron altercados entre personas que culminaron en gritos de consignas de corte neonazi. El acontecimiento recobró atención en la opinión pública tras la actuación de la Justicia que, sin poder probar los vínculos neonazis, ha puesto en libertad a ocho de los nueve imputados siendo procesado uno por el delito de violencia privada.

Debido a la notoriedad pública del caso ambas instituciones ponen de manifiesto la necesidad de educación y reflexión constante respecto a un acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia por la industrialización de la muerte en clave de genocidio no visto en la historia de la humanidad para que no se olvide y no se sigan repitiendo violaciones a los derechos humanos. Las personas son tratadas con equidad cuando se reconocen sus diferencias y su derecho a ser diferentes unas de otras.

A pesar de lo manifestado en la Justicia desde el Ministerio del Interior se afirma que existen pruebas de los vínculos neonazis de los imputados por lo que abogamos por una continuidad en las investigaciones de la Justicia para esclarecer sin margen de duda si estas personas u otras son integrantes o manifiestan creencias neonazis que vayan a traducirse en acciones contra diversos colectivos de la sociedad: judíos, homosexuales, afrodescendientes, etc.

Quienes creen en los postulados del nazismo presentan falacias como argumentos que pueden constituir un peligro para quienes no están lo suficientemente informados por lo que creemos en la importancia de enviar un mensaje contundente al respecto y exigimos el cumplimiento del marco legal vigente al respecto.

Dentro de estos instrumentos legales se encuentra la Ley 17.667 contra la Incitación al Odio, Desprecio o Violencia o Comisión de estos Actos contra Determinadas personas  que penaliza la incitación al odio, estableciendo que “El que públicamente o mediante cualquier medio apto para su difusión pública incitare al odio, al desprecio, o a cualquier forma de violencia moral o física contra una o más personas en razón del color de su piel, su raza, religión, origen nacional o étnico, orientación sexual o identidad sexual, será castigado con tres a dieciocho meses de prisión”.

Asimismo recordamos la existencia de un  proyecto de ley que tipifica como delito la negación del Holocausto y los genocidios, presentado a un año del asesinato del comerciante sanducero David Fremd el 8 de marzo de este año e imploramos su pronta consideración para contar con más instrumentos para que la sociedad civil se defienda en contra de manifestaciones de extremismo e intolerancia.

Concluimos con esta frase del sobreviviente y premio Nobel de la Paz Elie Wiesel (1928-2016) que nos invita a no ser indiferentes en un contexto cada vez más convulsionado por visiones extremistas: “Lo contrario del amor no es odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte”.

Con profunda tristeza suscriben:

Proyecto Shoá: Memoria y Legado del Holocausto

Centro Recordatorio del Holocausto