“La tolerancia debe ser
trabajada más que nunca”
Que la Biblioteca de Shoá Simón Wiesenthal recibe estudiantes que buscan un material específico para sus estudios no es novedad. Sin embargo, ver llegar a una alumna de Liceo con un planteo poco usual para una monografía despertó nuestra curiosidad. María Pía Bello tiene 18 años y en el 2019 terminó el Bachillerato Internacional en el St. Brendan’s School de Montevideo. Su monografía, redactada en inglés, tenía como objetivo comparar dos experiencias adolescentes durante la Segunda Guerra Mundial: la joven judía Cirla Lewis, autora de “My Chilhood in the Holocaust Years” (2008) y la joven nazi Wolfhilde von Köning, del libro “Wolfhilde’s Hitler Youth Diary 1939-1946” (2013). La rigurosidad del trabajo de María Pía, lo interesante de su investigación y la seriedad con la que se comprometió con el tema fueron claves para pedirle una entrevista y conversar con ella.
Por Silvina Cattáneo. Publicado en Semanario Hebreo el 6 de febrero del 2020.
Foto: María Pía Bello (archivo personal)
¿En qué contexto surgió la necesidad de hacer esta monografía?
Cuando cursaba cuarto de liceo, en 2017, me fui de viaje con mi familia a Europa. Como había leído El diario de Anna Frank, tenía muchas ganas de conocer su casa en Ámsterdam y visitar el campo de concentración de Sachsenhausen, a las afueras de Berlín. Recorrer esos lugares me permitió entender realidades que parecían impensadas en mi vida cotidiana y en el mundo de hoy en día. Entonces comencé a realizar investigaciones relacionadas con la propaganda Nazi que mostraban cómo, poco a poco, la población hacía la vista gorda sobre situaciones inhumanas. Así fue que hice un trabajo sobre la propaganda durante la Segunda Guerra Mundial y luego, para cumplir con el requisito del Bachillerato Internacional (IB), escribí la monografía sobre un tema que me apasionaba: los diarios de guerra.
¿Cómo elegiste el abordaje del tema?
Para elegir el tema necesité mucha ayuda de mi supervisora, ya que yo quería abarcar varias áreas y era imposible ser concreta en todos los puntos sobre los que deseaba hablar. Además, tenía claro que me interesaba profundizar sobre la realidad judía durante la Segunda Guerra Mundial, pero mi profesora hizo que me diera cuenta de que necesitaba otra historia que me permitiera contrastar y argumentar durante la investigación. Así nació la idea de trabajar, en forma paralela, con el diario de una adolescente nazi.
¿Qué libros fueron los textos guía y qué rol cumplió la Biblioteca de Shoá?
La ayuda de la Biblioteca Shoá fue imprescindible para el desarrollo
de mi monografía; desde los libros que aportaron a mi investigación, así como el tiempo y la atención brindada. La principal lectura en la que basé gran parte de mi informe fue Children of War: diaries 1941–1945, ya que contaba con una variedad de testimonios que me permitieron entender distintas realidades sobre un mismo tema. Cada testigo de la Segunda Guerra Mundial recogido en el texto percibió la situación desde un punto distinto, y es aún más interesante estudiar la perspectiva de un niño. Asimismo, el libro «Los profanadores de la memoria: la negación del Holocausto», me ayudó a estudiar aquellas posturas que defienden lo indefendible, que creen en la imposibilidad de los hechos y tienen argumentos para explicarlos de otra manera. Contrastar estas dos lecturas totalmente contradictorias me permitió alcanzar una monografía rica en argumentos de distintas posturas. No obstante, la ayuda de la Biblioteca de Shoá funcionó como un motivador para escribir la monografía, ya que contaba con el apoyo de adultos competentes, como mi supervisora, así como de una institución rica en información dispuesta a brindarme material para fortalecer mis argumentos.
¿Qué conceptos te llamaron la atención al comparar testimonios y bibliografía?
Al estudiar dos testimonios tan distintos, la variedad de conceptos estudiados fue muy amplia. Leyendo el diario nazi encontré dos que me llamaron la atención: el uso de la propaganda y el peso que tenía el Führer. Por un lado, descubrí que la propaganda nació en aquella época, aunque se sigue utilizando hoy en día. Por el otro, comprendí que la existencia de un líder resulta ser clave para que las masas consten de una identidad única y absoluta, ya que si no serían masas amorfas sin un claro objetivo.
En tanto, estudiando diarios judíos noté que uno de los conceptos que más se repetía era el de familia. Hacían permanente hincapié en los vínculos familiares y la sensación de pertenencia, que habían perdido durante la persecución. Asimismo, reparé en otro concepto que contaba con varias interpretaciones según quién lo utilizara: el ser judío. Desde el punto de vista nazi, el judaísmo era una amenaza para su desarrollo como población, mientras que para el pueblo judío era una forma de identificarse.
¿Recuerdas la reacción de tus profesores al tema y al trabajo?
Encontré total apoyo sobre el tema que había elegido en el colegio.
Si bien consideraban que investigaciones sobre el Holocausto abundaban, mis profesores entendieron que comparar dos visiones tan distintas le aportaban una visión distinta y original al tema. Esto hizo que mis docentes y mi supervisora me asistieran con información pertinente para mi investigación. Un gran ejemplo de esto fueron los cursos de Historia Nivel Superior IB, donde tuvimos un módulo intensivo sobre historia europea y estudiamos en profundidad la Segunda Guerra Mundial. El material brindado en clase, el que me entregaron en la Biblioteca de Shoá y el que me dio mi supervisora fueron de suma importancia para el desarrollo de mi monografía.
¿Alguna conclusión a la que llegaste después de la investigación y que quieras compartir?
Es muy difícil llegar a una única conclusión en un trabajo que presenta varias aristas, pero la realidad es que la monografía me abrió varias puertas en lo que concierne a mi futuro profesional. Me gustaría seguir estudiando sobre la realidad del Holocausto, así como también denunciar realidades injustas para la vida humana. Concluí que es de gran importancia que la historia se conozca en su totalidad, para evitar la repetición de hechos, ya que hoy en día hay grandes líderes que atentan contra la paz mundial y me parece que hoy más que nunca se debe tener presente el pasado para no repetirlo en el presente. La historia judía cuenta con un gran componente de sufrimiento y es muy criticada y cuestionada, y por ese motivo la tolerancia debe ser trabajada más que nunca, en una era donde la paciencia ya pasó a segundo plano y la falta de respeto se ha vuelto más común. La injusticia, lamentablemente, siempre va a estar presente, pero está en cada uno de nosotros agravarla o intentar hacer lo máximo posible a nuestro alcance para reducirla.
Así, fue que un trabajo que parecía un gran desafío y casi imposible, lo escribí con mucha pasión y con constante asombro, ya que por momentos me parecía insólito lo que leía y aprendía mientras investigaba realidades opuestas.-