Educación continua en el Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay

Por Dinorah Polakoff

Durante el mes de febrero aún en el receso estival, hemos recibido visitantes de las más diversas procedencias. La inquietud por aprender más sobre la Shoá congregó a una quincena de personas en nuestra casa. Informamos sobre dos de ellos.

Los encuentros se realizaron en dos turnos. Convocadas por nuestra colaboradora Mónica Packer (hija del sobreviviente Silvio Packer), se hicieron presente un conjunto de amigas que rondaba entre los 80 y 90 años.  Estas damas, de bastón algunas,  siguieron con atención la charla de las docentes – guías,  pero además, no cesaron de preguntar. Se mostraron interesadas y extremadamente sensibles ante la temática. Incluso narraron sus propias experiencias, ya como sobreviviente o como familiares de judíos asesinados por el nazismo. Solicitaron préstamos de libros de Biblioteca. En el Museo, se asombraron  frente a los objetos en exhibición y el contenido de cada  historia. Conmovidas hasta las lágrimas expresaron su compromiso en  difundir lo que habían “vivenciado” en esa tarde tan especial. ¡Cuánto aprendimos de ellas!

Por otra parte, el segundo grupo de visitantes estaba conformado por personas que no se conocían entre sí, condición que pasó inadvertida dado que perseguían el mismo objetivo. Así fue como quedó integrado el conjunto: un joven Licenciado en Historia y Profesor de Secundaria,  una amiga personal de quien esto escribe que el día de la re inauguración del Museo no pudo llegar,  una pareja de jóvenes que  habían visitado recientemente  Berlín y  el campo de concentración y exterminio de Dachau, el escritor Ionatan Was, una joven trabajadora cuyo empleador le sugirió hiciera la visita y vino acompañada de  su madre, una segunda pareja con interés personal en incrementar sus conocimientos.   Las instantáneas  que acompaña la nota  ilustra el momento durante el recorrido en la  sala de la Línea del Tiempo, ubicada en frente al Museo de la Shoá.

El CRH apuesta a la  educación continua, a la  formación permanente.  Porque el aprendizaje no cesa a lo largo de la vida.-