El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay y su lugar en el escenario de la memoria
Escribe Dinorah Polakof, publicado en Semanario Hebreo el 13 de noviembre, 2020
Foto: Andrés Serralta y Dinorah Polakof, docentes del CRH de Uruguay
Bajo la premisa del título que antecede, los profesores Sandra Veinstein, Andrés Serralta y Dinorah Polakof, desarrollamos una presentación el día 5 de noviembre pasado. Convocados por el Departamento de Estudios Judaicos de la Universidad ORT, coordinado por Erica Yac nuestra institución se hizo presente, como lo viene haciendo desde hace varios años.
Se trata de la novena edición del curso “Shoá: la Condición Humana y la Memoria”, cuyo objetivo es introducir al educador en los aspectos relevantes para la enseñanza de la Shoá y conceptos vinculados: derechos humanos, genocidio y memoria.
En esta ocasión y por razones conocidas por todos, la instancia se realizó vía zoom. Circunstancia que lejos estuvo de eludir que destacados expositores ofrecieran sus conferencias delineando diversos puntos de vista. De todos ellos aprendemos.
Por nuestra parte, la exposición versó sobre los aspectos fundacionales del Centro Recordatorio del Holocausto, nuestra Misión y Objetivos, Organización y Estructura, Actividades que se desarrollan. Además, la Prof. Veinstein destacó la incorporación de nuestro Museo a la Red LAES (Red Latinoamericana para la enseñanza de la Shoá), espacio que nuclea a varias instituciones latinoamericanas.
El Profesor Serralta expuso acerca de la relevancia de contar con la Sala de la Línea de tiempo que incluyen las visitas al Museo de la Shoá de Uruguay. Luego distinguió los objetos con los que cuenta el Museo, verdaderos tesoros de la memoria y la singularidad que ocupa cada uno de ellos. Entre las donaciones de los propios sobrevivientes o de sus familiares, se encuentran un traje a rayas original, una estrella amarilla de tela, un peine, una muñeca, valijas, pasaportes, etc. Los videos donde las propias víctimas narran sobre las peripecias sufridas para salvarse de las persecuciones, despojamientos, asesinatos; constituyeron un aporte valioso.
Por último, en mi nombre, incursioné específicamente en las cartas. Desde las que se exhiben en el Museo hasta las compilaciones que se han editado en libros de Yad Vashem el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá en Jerusalem. A partir del libro “Las cartas que no llegaron” de Mauricio Rosencof, donde homenajea a sus padres polacos, presenté un nuevo testimonio. Una investigación sobre el diálogo epistolar de dos hermanos que finalizada la SGM y habiendo afrontado juntos un campo de concentración y uno de exterminio, debieron permanecer durante un año en tierra alemana.
Desesperados y a la espera de la reacción de su tía radicada en Uruguay, este documento se transforma en un verdadero pedido de auxilio. Esta historia de vida resultó con final esperanzador dado que, felizmente, arribaron a nuestras costas, formaron familias y lograron reconstruir sus vidas.
No tuvo un final feliz la historia de Max Tandler sobre cuya carta desesperada, clamando infructuosamente por ayuda para huir del infierno nazi, trabajamos también. Dicha carta se encuentra en nuestro Museo.
Los docentes del Centro Recordatorio del Holocausto desean expresar su agradecimiento ante la oportunidad que el Dpto. de Estudios Judaicos ORT nos ha brindado.-