Homenaje a César Jerozolimski (Z’L)

Escribe: Prof. Rita Vinocur, directora del Museo de la Shoá de Uruguay

Una excelente persona.
Un caballero andante.
Una presencia importante.

Y se puede seguir y seguir porque era todo un personaje.

Integraba la Comisión Directiva del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay; le encantaba estar presente en nuestras reuniones y estuvo por muchos años participando activamente; siempre tenía palabras de elogio y admiración por nuestra labor y nuestra gente, agradeciendo ser parte cuando los agradecidos éramos nosotros.

Familiero al máximo. Asiduamente contaba anécdotas adorables de su familia y por supuesto incluyendo a su hermano José Jerozolimski (Z’L) de quien hablaba con una ternura y amor infinitos; decía que lo sentía presente con tanta fuerza como si estuviera realmente vivo dentro de su corazón. Le había consultado al Rabino Moti Maarabi si eso podía ser real y la sabia respuesta de Moti fue, que si él lo sentía así, sin dudas era así. Esa respuesta fue tan reparadora para César que sirvió de eterno consuelo. El poder de la palabra. Era algo que él también tenía. Cuando hablaba siempre se lucía, tenía grandes conocimientos en muchas áreas y no perdía ocasión de alabar además de sus hijas, a su sobrina Janale –de quien adoraba le dijera Tiucho-. Se asombraba ¿y cómo hace Janale para hacer tantas cosas y cómo puede tener tanta capacidad? Y creaba tertulias en las cuales leía el Semanario Hebreo a lo cual agregaba sus comentarios.

No hemos tenido tregua, han sido varias pérdidas en este plano físico, importantísimas. Y César una de ella. Hará mucha falta. Su estampa su elegancia, su caballerosidad, su intelecto, su sonrisa, su don de gentes quedarán grabadas en la memoria de todos los que lo conocimos.-