«Hay desafíos para mantener vivo el recuerdo de la Shoá»
En la víspera, el Ministro de Educación y Cultura, Dr. Pablo Da Silveira, visitó el Museo de la Shoá del Uruguay en el marco del Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto. En el acto estuvo presente el Presidente del CCIU, Marcos Israel.
Fuente: cciu.org.uy
Foto de tapa: Aaron Sosa
En la foto, Andrés Serralta del Centro Recordatorio; Presidente del CCIU Marcos Israel; Presidenta de la Comunidad Israelita del Uruguay Susana Grimberg; Ministro Pablo da Silveira y Rita Vinocur del Centro Recordatorio.
Las sentidas palabras de Rita Vinocur, directora del Museo de la Shoá de Uruguay
“Algo fundamental es la pasión, el amor y la emoción con la que llevamos a cabo nuestra labor. Sin eso, no podríamos transmitir algo tan duro como la Shoá, de manera auténtica”.
“El país también los honra (a las víctimas); ha tomado iniciativas extraordinarias, como por ejemplo dedicar una sesión del Parlamento cada 27 de enero en el Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto, homenajearlos con alocuciones en las que todos los partidos políticos están como excepción de acuerdo, como ocurrirá seguramente este jueves, con una cadena nacional ese mismo día, alusiva al tema”.
“También enorgullecernos de que el gobierno uruguayo hubiese adoptado la definición internacional de antisemitismo de la IHRA (Alianza Internacional de Recordación del Holocausto) en el año 2020 de lo cual fuimos testigos en nuestro Parlamento”.
“Somos una institución que cuenta hoy en día, además de algunos sobrevivientes, descendientes y amigos de nuestros objetivos, judíos y no judíos y siempre con los brazos abiertos para quien quiera acercarse a nosotros para continuar con nuestra misión clara y sagrada. Y seguiremos honrando la resiliencia, la valentía y la dignidad”.
Las redes sociales del Ministerio de Educación y Cultura también recogieron la información del acto. El ministro del MEC comentó que “la Shoá no solo le pasó a los judíos, le pasó a la humanidad”. Agregó que “nos enseña a cuidarnos de nuestras peores potencialidades, a cuidarnos de nuestros peores impulsos, de los extremos que puede llegar la especie humana”.