«Queridos amigos, hoy conmemoramos un año de aquel fatídico 7 de octubre, que nos cambió la vida a todos.

Luego del terrible ataque perpetrado por el grupo terrorista Hamás, el pueblo judío y la sociedad occidental, no son, ni serán lo mismo.

La brutalidad con la que fueron arrancadas de la vida, más de 1.200 personas, más todos los heridos, más todos los secuestrados, más todos los desplazados, nos obliga a redoblar nuestra condena al terrorismo, al fundamentalismo y al extremismo, como responsables directos de esta masacre.

Israel, un pueblo que ama y valora la vida, una civilización que representa los valores de libertad y respeto, fue atacada por un grupo terrorista, tan consumido por el odio, que no distinguió entre ancianos, bebés, mujeres y niños en su afán de destruirlo todo.

Lamentablemente, el odio y la violencia de Hamás no son una narrativa ni un relato. Está escrito en su carta orgánica: “Eliminar al Estado de Israel”.

Hoy estamos todos aquí reunidos, para expresar nuestro más enfático rechazo y condena al terrorismo, y nuestra solidaridad con las víctimas del día más trágico en la historia del Estado de Israel.

Declaramos y reafirmamos que el terrorismo debe ser erradicado en todas sus formas, como condición sine qua non para alcanzar la convivencia pacífica que tanto deseamos.

Es el deber de cada persona que se identifique con los valores de la libertad y la paz, levantar su voz y condenar enérgicamente estos actos de terrorismo.

Hoy, todos los aquí reunidos debemos declarar firmemente, que Israel tiene el derecho y la obligación de defender a sus habitantes, entre los que hay más de 20.000 uruguayos, para que no tengan que vivir bajo la violencia del terror.

Hoy también elevamos la voz por quienes faltan. No existe ninguna justificación posible, para que 101 personas inocentes, entre ellos bebés, niños, mujeres y ancianos, sigan secuestrados por parte de organizaciones terroristas.

Hoy, luego de todo un año, ni siquiera la Cruz Roja Internacional, ha sido capaz de hacerles llegar la medicación, ni la atención que tanto necesitan.

Esta situación es inadmisible y es una grave violación a los Derechos Humanos.

Es nuestro mayor anhelo, que cada una de estas personas, regrese a sus hogares y a sus familias, sanos y salvos.

Por eso, exigimos la inmediata liberación de los rehenes secuestrados.

Queremos agradecer especialmente al Uruguay y su gobierno, a todos quienes han manifestado su solidaridad con el Estado de Israel y en contra del terrorismo.

Para terminar, queremos darles un gracias enorme, gigante, por vuestra presencia hoy aquí.

Ver esta multitud tan impresionante acompañando, emociona. Da para sentir que no todo está perdido, y que bien vale la pena seguir trabajando por un mundo en paz.

¡¡¡AM ISRAEL JAI!!!»-