Como coordinador del curso «Aproximaciones al Holocausto», de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), tuve el privilegio de contar con la presencia de la Prof. Rita Vinocur, Presidenta del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay para contar (a los estudiantes) la odisea por la que atravesó su madre, la inolvidable Ana Benkel de Vinocur.

Durante una clase previa, entre los estudiantes se había planteado el debate sobre si el trauma y la culpa del sobreviviente, traspasaba de alguna manera la barrera generacional. O sea, puede un hijo o hija de un sobreviviente vivenciar el infierno que les tocó sobrellevar a sus progenitores? Por eso, en mi opinión, nadie estaba mejor preparado que Rita para exponer sobre el tema y narrar las extraordinarias vicisitudes de Ana para sobrevivir y, dotada de una fuerza de voluntad y amor a la vida verdaderamente extraordinarios, alcanzar las benditas costas del Río de la Plata.

Por si no bastara, el estilo ágil a la vez que vivencial, de la palabras de Rita, hizo que el tiempo volara pero en cualquier caso, resultó atrapante para muchos estudiantes para quienes más allá de los conocimientos teóricos impartidos durante el curso, nunca se habían topado en un mano a mano de estas características, con un familiar de un sobreviviente de la Shoá. Por mi parte, y además de haber aprendido sucesos vinculados a la familia Benkel Vinocur que desconocía por completo, quiero felicitar a Rita por su abnegada misión.

Además de que como hija de sobreviviente, «no te escapas (de la Shoá) ni aunque quisieras», como enfatizó a los estudiantes, por suerte Rita no quiso ni quiere hacerlo. En sus palabras era el fiel reflejo de lo que fue Ana: sin odio, sin venganza, pero con justicia, con firmeza en los principios y valentía a la hora de recordarlo.-