El 27 de enero se cumplen 80 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.

Más allá del legítimo debate de si Auschwitz fue realmente liberado, de todas formas es muy importante esta fecha, la cual desde noviembre del año 2005 se denomina, por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, como

«Día Internacional de Recordación de las Víctimas de la HOLOCAUSTO».

Nuestro Uruguay, a través de su Parlamente nacional -Comisión Permanente- se adhirió prácticamente desde el principio a esta conmemoración.

Sin lugar a dudas que el objetivo de conmemorar este día a nivel universal es :

1) Conocer lo que pasó: causas, desarrollo, consecuencias. Y CÓMO pudo pasar.

2) Tomar conciencia de la tragedia ocurrida.

3) Educar: trasmitir la hecatombe de la Shoá a las generaciones presentes y futuras.

EDUCAR: a ser una persona sensible.

EDUCAR: en valores, en Derechos Humanos, en NO discriminación.

EDUCAR: desde la más tierna infancia. En el hogar. En los centros educativos y desde pequeños. Obviamente en los programas de estudio.

La humanidad no aprendió luego de la Shoá.

Luego de 1945, Genocidios en Camboya, Ruanda, los Balcanes…

Y en cuanto al antisemitismo -virus eterno que parecería no tener cura-reaparece y permanece con distintos «disfraces» pero sigue estando.

Quien iba a suponer que luego de la masacre del 7 de octubre -en sí mismo una salvaje acción antisemita- se iba a desatar la ola de antisemitismo que se desató en buena parte del mundo poco tiempo después…

La lucha contra la discriminación en general y el antisemitismo en particular corresponde – pero no solamente- a gobiernos e instituciones: corresponde a cada uno de nosotros, a cada persona.-