
El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay y su homenaje a Georg Ferdinand Duckwitz, diplomático alemán y Justo entre las Naciones
Por Dr. Israel Jamitovsky
Fuente: aurora-israel.co.il
Uno de los capítulos más significativos de la historia de la Segunda Guerra Mundial, lo configuró la salvación de la casi totalidad del Judaísmo Danés de las garras del Nazismo en mérito a toda la sociedad danesa y en particular a la organización clandestina de este espacio.Sin perjuicio de ello es menos conocida en este acontecimiento, la decisiva participación del diplomático alemán Georg Ferdinand Duckwitz y es a su vida y trayectoria que quiero abordar en esta oportunidad.
Georg Ferdinand Duckwitz nació en Bremen, Alemania el 29 de Setiembre de 1904 en el seno de una familia cosmopolita y de comerciantes. Estudió Economía y Derecho en espacios universitarios de Friburgo y Bonn. Culminado sus estudios académicos, se incorpora a una poderosa compañía cafetera alemana rotulada Kaffe Haag y en dicho contexto en 1928 es designado representante de dicha empresa en Copenhague.
En noviembre de 1932 se incorpora al partido Nazi aunque nunca fue un oficial de la SS y ya en 1933 forma parte del Departamento de Relaciones Exteriores del Partido Nazi. Con el devenir del tiempo se sintió profundamente desilusionado de la postura nazi , de tal suerte que el 4 de junio de 1935 en misiva remitida a Alfred Rosenberg -titular de la cartera de exteriores del partido nazi- presentó renuncia a su cargo en este espacio. Tiempo después, Duckwitz señalaría por escrito que se había tornado en un férreo opositor al régimen Nazi.
Permaneció un tiempo en Nueva York representando a la primera compañía naviera que cubría el trayecto Hamburgo-Nueva York. Al estallar la Segunda Guerra Mundial y aprovechando su experiencia internacional y en especial la adquirida en los Países Escandinavos, Alemania lo designa Agregado Naval Mercantil en Copenhague.
En abril de 1940, los alemanes ocupan Dinamarca y en un principio no surgieron ni afloraron amenazas contra la comunidad judía.
Sin embargo esta coyuntura no se extendió por mucho tiempo, habida cuenta que el mismo Hitler exigió la implementación de la «Solución Final”. Al frente de la representación diplomática alemana se encontraba Werner Best con el que Duckwitz había entablado una relación muy cercana.
En agosto de 1943, la cúpula germana decidió que los judíos sitos en Dinamarca serían deportados al campo de exterminio de Theresienstadt. Best toma conocimiento de esta resolución en setiembre de 1943 y se la trasmite a Duckwitz.
Salvar judíos a toda costa
Ni lerdo ni perezoso y a los efectos de evitar la antedicha deportación, Duckwitz viaja de inmediato a Berlín a los efectos de intentar revocar dicha resolución. Sus intentos fueron infructuosos y estériles, por lo que se encaminó a Suecia y se entrevistó con el Primer Ministro Albin Hansson con el fin de persuadir a su gobierno, que acceda a recibir a los judíos provenientes de Dinamarca.
Una vez recibido el visto bueno del Gobierno Nórdico, Duckwitz comenzó a proveer a los judíos de Dinamarca de la documentación pertinente para poder refugiarse y afincarse en Suecia.
El 28 de setiembre, Best le informa a Duckwitz que la redada y captura de judíos comenzaría en la noche entre el 1 y el 2 de Octubre. Duckwitz era consciente de sus limitaciones y que no podía evitar dicho operativo, resolvió informar a sus amigos y contactos del Partido Social Demócrata danés de los planes antedichos, quienes a su vez pusieron al tanto a la organización clandestina danesa así como a los líderes de la comunidad judía local, de la inminente deportación de sus miembros. Uno de sus líderes era el Rabino Dr. Marcos Melchior, abuelo del Rabino Israelí y exparlamentario Mijael Melchior. Habida cuenta que el comienzo de las redadas estaba previsto en la primera noche de Rosh Hashaná, la instrucción impartida era categórica: no asistir a la sinagoga.
En mérito a las gestiones y advertencias desplegadas por Duckwitz, la organización clandestina danesa junto con otros espacios de la sociedad civil danesa, lograron ocultar a los judíos a tiempo y posteriormente trasladarlos secretamente a Suecia. Así, 7.000 (otras fuentes invocan 7.200) judíos pudieron llegar y afincarse temporariamente en el país nórdico -a la sazón neutral-, sólo se vieron impedidos de hacerlo alrededor de 200 judíos que por razones de salud o siendo muy adultos no pudieron huir. Fueron enviados al campo de exterminio de Therersienstad, pero posteriormente liberados a instancia del Rey de Dinamarca. Algo que es conocido y no está de más recalcar, es que mientras los judíos residieron en Suecia, sus vecinos gentiles daneses se ocuparon de proteger íntegramente sus propiedades.
Duckwitz demostró ser no sólo un hombre dotado de una clara de escala de valores, sino de visión, gran mundo, coraje, muy hábil y cauteloso. Su benemérito quehacer jamás fue descubierto ni detectado por los nazis.
Destacada carrera administrativa
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Duckwitz continuó en el Servicio Exterior de la República Federal Alemana. Entre 1955-58 retornó a Dinamarca estaba vez en calidad de Embajador y también fue Embajador en la India.En 1966 cuando Willy Brandt es designado Canciller, Duckwitz es designado Director General del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Federal Alemana, retirándose en el año 1970.
Estaba casado con Annemarie Rynert de procedencia suiza, tuvieron una sola hija adoptada rotulada Anna. Falleció el 16 de febrero de 1973 a la edad de 68 años de edad.
Merecidos reconocimientos
- El 21 de Marzo de 1971, el Instituto Yad Vashem de Jerusalén le concede el título de Justo entre las Naciones.
- Su figura y trayectoria afloran en el film «Milagro en la medianoche «, interpretado por Patrick Malahide.
- La historia de Duckwitz y el rescate de los judíos daneses se reflejan en el volumen en italiano Il nazista che salvo gli ebrei, la storia del salvataggio degli ebrei danesi de Andrea Vitelo, octubre 2021.
- Orden de honor de la República Federal Alemana.
- En la primavera de 1970, la Comunidad Judía de Berlín, le concedió el Premio Heinrich Stahl.-