Se presentó el libro «Vidas ejemplares», sobre la vida del rabino Fritz Winter, escrito por su hijo Rafael Winter, vicepresidente del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay

Se presentó el libro «Vidas ejemplares», sobre la vida del rabino Fritz Winter, escrito por su hijo Rafael Winter, vicepresidente del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay
26 septiembre, 2025 administrador

Se presentó el libro «Vidas ejemplares: Al servicio de la comunidad», sobre la vida del rabino Fritz Winter y su esposa Hanna, escrito por su hijo Rafael Winter, vicepresidente del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay

Escribe Julio Rosemblatt, autor de «Max y sus desafíos» y miembro de la Comisión Directiva del Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay

Ayer, 16 de julio de 2025, vivimos una noche que invitó a la memoria y a la reflexión. Rafael Winter, conocido cariñosamente como Rufo, presentó su libro *Vidas ejemplares*, una obra que, más que narrar hechos, ilumina trayectorias. Con paciencia y rigurosa documentación, reconstruye la historia de sus padres: el Dr. Fritz Winter y su esposa Hanna.

El Dr. Winter fue Gran Rabino de la comunidad judía de Montevideo. Tras la Noche de los Cristales Rotos —aquel estallido de odio que marcó un antes y un después—, emigró a Cochabamba, como tantos judíos que no hallaban refugio en otras tierras. A comienzos de los años cincuenta llegó finalmente a Uruguay para asumir el rabinato de la Nueva Congregación Israelita (NCI), trayendo consigo no solo conocimiento, sino también la memoria viva de una Europa herida.
Era un hombre que trascendía su tiempo. Su dominio del arameo, del hebreo, del alemán y del español no era un simple ejercicio erudito, sino un medio para tender puentes, para acercar mundos que parecían distantes. Quizás su mayor legado fue esa capacidad de abrir caminos de diálogo y comprensión. Supo acercar a judíos y cristianos, a creyentes y no creyentes, fundando la Confraternidad Judeocristiana con la certeza de que el encuentro, siempre, vence al prejuicio.
Para mí, su recuerdo tiene un matiz íntimo. Fue él quien nos unió en matrimonio con Ana, junto al cantor Warhman, en aquella pequeña sinagoga de la calle San Salvador, un lugar que ya no existe físicamente, pero que sigue vivo en quienes lo habitamos alguna vez.
Durante la presentación del libro de Rufo, se escucharon palabras llenas de gratitud y emoción. Cada testimonio abría una ventana a la reflexión sobre lo que significa vivir con propósito. Y, como un suspiro final, un delicado solo de violín selló la noche con una belleza serena.
En ese instante recordé una enseñanza del *Talmud* (*Sanedrín 37a*):
**“Quien salva una vida, es como si hubiera salvado a todo un mundo”.**
El Dr. Fritz Winter, con su palabra, su ejemplo y su mano tendida, sostuvo y renovó mundos enteros: el mundo interior de quienes lo escucharon, el mundo frágil de comunidades heridas, el mundo de la esperanza en medio de la adversidad.

Y al reflexionar sobre él, comprendí algo más: **la memoria no es solo un recuerdo, es un puente. Une el pasado con el presente y permite que la voz de quienes ya no están siga hablando a las generaciones que vendrán.** Así, mientras existan quienes cuenten su historia, Fritz Winter seguirá vivo, iluminando senderos que aún necesitamos recorrer.-