Por Prof. Rita Vinocur. Publicado en Semanario Hebreo el 29 de enero de 2015.
La fuerza del impulso del deber ser y hacer…
Suena poderoso y es auténtico. Es algo de lo que vivíamos en casa con mamá…
Como hija de la sobreviviente Ana Benkel de Vinocur (Z»L) – judía polaca y uruguaya- junto a mi hermano y sus 4 nietas podríamos mencionar mil de sus facetas; era una mujer impresionante a quien veíamos trabajar incansablemente. Tenía un impulso imparable por contar, explicar, transmitir y que no se olvide la Shoá, sin rencor y sin odio. Miles de estudiantes aprendieron y se interesaron por el tema a partir de sus relatos. A la vez tenía tantas ansias de vivir con alegría contagiosa en sus ojos y sonrisa luminosa, aunque por supuesto con momentos inexorables de recuerdos de familia perdida tempranamente, padres, hermanito (Z»L) que implicaban tristezas. Pero prevalecía la energía positiva y querer hacer el bien, siempre el ansia de ayudar, el amor a su familia y la dedicación a la institución que llevaba en el corazón: el Centro Recordatorio del Holocausto. Y ¿cómo se logra? Es un misterio insondable que muchos sobrevivientes también experimentaron. La mayoría no se detuvo en el tiempo. Ellos formaron familias, forjaron sus futuros aunque implicaran esfuerzos titánicos.
No es fácil tener semejante antecedente. Me plantearon este artículo como hija de sobreviviente y no pretendo englobar a todos porque cada experiencia es diferente pero pienso que es muy difícil para los hijos y nietos desvincularse de semejante raíz. Hasta los que piensan que pueden deslindarse de esas vivencias de sus padres… no pueden porque… no se puede. Es algo muy fuerte. Yo tengo mi propio enfoque y quiero vivir enfrentándolo, sintiéndolo, involucrándome en proyectos que impliquen incentivar la memoria y el futuro.
Tenemos un hermoso equipo en el Centro Recordatorio del Holocausto pero es imprescindible seguir creciendo, fortaleciéndose con segunda, tercera generación y todas las personas que valoren la importancia de este tema: la Shoá.
Hace un par de semanas nada más me encontré con Oscar Destouet miembro de nuestra Comisión Directiva quien tuvo la iniciativa del sello y la planteó al Ministerio de Educación y Cultura. Pensé: «En este breve lapso, en el marco de las conmemoraciones por las víctimas de la Shoá alrededor del 27 de enero, será muy difícil que la creación de un nuevo sello se concrete». ¡Pero lo logró!
Un sello con la imagen de Ana Benkel de Vinocur (Z»L), ¡un sello que por siempre quedará en la historia del Uruguay y del mundo! Ella amaba a los sellos… Será el 28 de enero a las 19.00 hs en el salón Azul de la Intendencia de Montevideo junto a otro sello conmemorativo del 70º aniversario de la clausura del campo de Auschwitz con la oratoria de Oscar Destouet , el recitado del poema «Auschwitz por Iván Solarich. Y una de las nietas de Ana, Sharon Vinocur interpretará canciones junto a Carlos Katz.
Ana también cantaba como solista; escribió « Un libro sin título » «Luces y sombras después de Auschwitz « «Volver a vivir después de Auschwitz» y más libros se podrían escribir sobre su vida después de la guerra.
Una escuela pública con su nombre, la Nº 359… Un bosque en el Neguev, Yatir Israel, por iniciativa del KKL y ahora un sello con su imagen representando a los sobrevivientes de Uruguay. Ningún pudor en decir que un reconocimiento así hace estallar de emoción al corazón.