El Centro Recordatorio del Holocausto acompaña el
55º aniversario del reconocimiento
del Genocidio Armenio por Uruguay
Imagen de portada: Una escena singular durante el Mundial de Rusia 2018, jóvenes armenios de Rostov fraternizan con armenios de Uruguay, destacando que Uruguay fue el primer país en reconocer el Genocidio Armenio.
(Foto: Guía Armenia MENC)
Escribe: Prof. Andrés Serralta Massonnier, publicado en Semanario Hebreo el 8 de mayo del 2020.
Dado que en este 2020 conmemoramos 105 años de aquél 24 de abril de 1915, fecha a partir de la cual comenzaron, continuando los días inmediatamente siguientes, los arrestos de los principales referentes de la comunidad armenia del Imperio Otomano, en Constantinopla, (actualmente ciudad de Estambul, Turquía) pensamos que es pertinente que los uruguayos recordemos el papel que le cupo a nuestro país en el reconocimiento del Genocidio Armenio.
A medida que se fue acercando la fecha del cincuentenario del Genocidio Armenio (en 1965), las diferentes comunidades de la diáspora armenia esparcidas por el mundo –muchas de ellas formadas a consecuencia del genocidio- incrementaron su actividad en sus respectivos países de acogida en procura de que los Estados en que residían declararan que reconocían el genocidio del
que habían sido víctimas sus ascendientes y los sobrevivientes que aún estaban con vida. En esa época el panorama internacional en relación al reconocimiento del Genocidio Armenio era muy poco alentador.
Ningún país hasta ese momento lo había realizado en forma oficial. La negación del carácter genocida de las masacres ocurridas entre 1915 y 1923, llevada adelante como parte de la política exterior de Turquía, había tenido una gran eficacia.
Parecía que el aniversario del cincuentenario, sería otro más, en que los países con comunidades armenias, por diversos factores, no accederían al reclamo de efectuar una declaración, de tipo normativo, que diera reconocimiento legal al Genocidio Armenio. Lamentablemente, fue así, en casi todos esos Estados, pero no en Uruguay.
El Poder Legislativo uruguayo, no se limitó a declarar que se condolía de lo acontecido al pueblo armenio, sino que, puso la piedra angular del proceso de reconocimiento internacional, sancionando una ley, que además de hablar explícitamente del genocidio en su exposición de motivos, también dispuso que, el día 24 de abril de 1965, se difundiera a través de los
medios oficiales información acerca de la conmemoración y sobre el genocidio que en esa fecha se recordaban especialmente.
Cuando se discutió en la Cámara de Diputados el proyecto de la que luego sería la ley 13.326, el diputado Enrique Beltrán manifestó que el clamor de reconocimiento del genocidio empezaba a: “despertar aunque sea voces modestas, pero empieza a despertar voces de los más lejanos confines del mundo, ya sea para formular una protesta, para estimular una inquietud o para
denunciar la vigencia de una llaga es porque la causa armenia, a pesar de todos los pesares, y a pesar de ese exterminio, terminará por realizar definitivamente su vocación y su destino” (Diario de Sesiones de la CC.RR., Tomo 509, 1965: 315 citado en Serralta y Desena, 2015: 228).
Aquel primer reconocimiento oficial, apoyado años más tarde por otras declaraciones del Estado uruguayo -y por la constante
e ininterrumpida presencia de autoridades y ciudadanos que no poseían origen armenio que acompañaron a la comunidad armenia uruguaya en las conmemoraciones realizadas durante los 55 años que han transcurrido desde entonces- han demostrado que el 24 de abril es un día significativo para los uruguayos.
Por ello, en este contexto de ausencia de actos masivos, bien vale la pena hacerse un espacio de reflexión personal para rendir homenaje a las víctimas.-