Gratitud inolvidable al Colegio Lester House por su homenaje en memoria de Sebastián Taranto (Z’L)
Escribe la docente Sandra Veinstein, subdirectora del Museo de la Shoá de Uruguay
El lunes 26 de julio, como hace ya cuatro años, visité el Colegio Lester House para dar una charla sobre la historia de mi familia durante la Shoá.
Este año, fue para mí muy especial; hace solo 3 meses y días de la partida de nuestro hijo Sebastián Taranto (Z”L); la tristeza y la emoción están a flor de piel.
Al llegar me encontré con una gran cartelera en la cual me daban la bienvenida con fotos de la familia de mi padre, fotos de mi hijo Sebastián con su Zeide (abuelo). Subí las escaleras, ya vibrando acompañada por la directora Silvia Pereira quien me invita todos los años para dar esta charla, diría yo ese encuentro hermoso con alumnos de 6to año, que han estudiado previamente con su maestra la segunda guerra mundial, Ana Frank y la Shoá. En cada uno de estos encuentros salgo tan feliz que el corazón me late con más fuerza y me voy con el amor de esos niños que me escuchan con atención y realizan preguntas muy significativas dando cuenta de su conocimiento y también de su sensibilidad por el tema.
Pero este año era diferente, tenía mis dudas… cómo iba a enfrentar hablar sobre mi familia y terminar honrando la memoria de mi querido Seba. Pero allí fui, con fuerza -que estoy segura me envía mi hijo- para continuar con la Memoria de la Shoá, para no olvidar y con la fe puesta en educar para que nunca más seres humanos tengan que pasar por las terribles situaciones que debieron enfrentar, hambre, frío, enfermedades y el asesinato de 6 millones de personas, solo por ser judíos.
Para terminar, quiero decir que estoy en pie, que el sufrimiento por un hijo es un dolor indescriptible, que por momentos siento que me falta el aire, pero me repongo y sigo adelante, porque el mundo continúa andando y así como los que sobrevivieron la Shoá se pusieron en pie y a pesar de todas sus pérdidas lograron seguir viviendo, con ese dolor que estoy segura que los acompaño hasta el final de sus días, como me acompañará a mi ese dolor por la pérdida de mi hijo Seba, Sebita de nuestro corazón.-