El 6 de setiembre en la tarde fue un día hermoso, recibí, por un lado, estudiantes de un liceo nocturno, acompañados por la Prof. Verónica Molina, y por otro, personas que individualmente habían solicitado conocer el Museo.

Las visitas como siempre fueron extraordinarias, cada uno de los presentes realizaron sus aportes y se los vio con especial atención durante dos horas.

El encuentro con estos seres humanos interesados en la temática de la Shoá y su Memoria me da la esperanza de que el mundo puede cambiar.

Mi tarea no terminó allí, pues recibí a las 19:00 horas a Alan Silberman; fue un encuentro diferente, alguien quien ya hacía un tiempo quería conocer el Museo y no podíamos coincidir con los horarios, pero finalmente lo logramos.

Alan es argentino y vive en Uruguay ya hace un tiempo; parte de su familia fue asesinada en la Shoá.

El encuentro fue fructífero para ambos ya que intercambiamos conocimientos.

En lo personal agradezco siempre el poder realizar estas visitas que me permiten conocer a personas que tiene en común el deseo de conocer el Museo y todo lo que transmite y enseña.-