El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay participó en la presentación del libro “¿El diálogo imposible? Breve historia del conflicto israelí-palestino”, de Mauricio Bergstein

El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay participó en la presentación del libro “¿El diálogo imposible? Breve historia del conflicto israelí-palestino”, de Mauricio Bergstein
28 octubre, 2025 administrador

«¿El Diálogo imposible?: pensar Israel desde la razón y no desde el prejuicio»

El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay participó en la presentación del libro de Mauricio Bergstein, titulado “¿El Diálogo imposible? Breve historia del conflicto israelí-palestino”. La institución fue representada por la profesora Andrea Blanqué, el licenciado Rafael Winter y la profesora Rita Vinocur

Escribe: Janet Rudman, para Semanario Hebreo

Fuente: www.semanariohebreojai.com

El 23 de octubre fue un día de mucho calor. En el auditorio San José de la Universidad Católica, el aire denso no impidió que se llenara por completo: algunas personas escuchaban de pie, sin perder palabra. Era la presentación de un libro que invita a hacer algo poco habitual en tiempos de gritos y consignas: pensar.

La presentación del libro ¿El Diálogo imposible? reunió a un grupo de voces que, lejos de los eslóganes y las simplificaciones de siempre, propusieron leer el conflicto palestino-israelí con historia, contexto y pensamiento crítico.

El editor abrió la charla con una idea simple pero contundente: este no es un libro para convencer, sino para ayudar a pensar. En tiempos en que las redes dictan juicios instantáneos y la información circula recortada, publicar un texto que apueste por el debate informado y la argumentación se vuelve casi un acto de resistencia cultural. ¿El Diálogo imposible? ofrece herramientas para formarse una opinión propia, para poder ser parte de la conversación sin repetir consignas.

Entre los invitados estuvo el Dr. Gonzalo Fernández, quien destacó la claridad y el rigor con que el libro aborda un tema cargado de pasiones. Contó que llegó a la presentación por su amistad con los autores, a quienes conoce desde su época en la cátedra de Derecho Penal. Según Fernández, el conflicto está atravesado por visiones ideológicas extremas, tanto de derecha como de izquierda, y muchas veces quienes se manifiestan lo hacen sin conocer los antecedentes históricos.

Recordó que los ataques del 7 de octubre de 2023 marcaron un punto de quiebre de  máxima crueldad  de la historia imposible de ignorar. Valoró que el libro busque una mirada objetiva —aunque la imparcialidad total sea difícil— y que diga las cosas con claridad. Sostuvo que todo pueblo tiene derecho a la autodeterminación, y que en el caso de Israel ese derecho tiene una doble legitimidad: la histórica y la otorgada por las Naciones Unidas. También recordó que Uruguay tuvo un rol activo desde la creación del Estado de Israel y fue el primer país en abrir una embajada allí.

Fernández repasó además los intentos frustrados de paz —Oslo, Camp David— y cómo cada uno terminó en rupturas. Explicó que Israel enfrenta a un pueblo no organizado como Estado, sino dividido por clanes, religiones y facciones paramilitares, lo que vuelve el conflicto una guerra no convencional. En ese escenario, señaló que la política actual de Netanyahu no parece conducir a una salida, y que Hamás difícilmente pueda ser derrotada solo en el plano militar. También planteó la necesidad de repensar la reconstrucción de Gaza, el alto costo que implicaría y la falta de claridad sobre quién. La única solución viable, dijo, sería una hipótesis de un  Estado binacional de forma confederada, aunque reconoció que eso requiere voluntad de ambas partes.

Luego tomó la palabra el Dr. Julio María Sanguinetti, quien comenzó recordando que todos los prejuicios son hijos de la ignorancia, y que la intolerancia también nace de allí. Subrayó la importancia de recuperar la mirada cronológica para entender la historia, una metodología que, según él, muchas veces se pierde al analizar conflictos actuales. Destacó que ¿El Diálogo imposible? tiene una “intención de verdad”, y aunque se ubica del lado de la causa israelí, no deja de incluir otras miradas, como la del intelectual palestino Edward Said. Ese diálogo entre visiones opuestas, señaló, es uno de los mayores méritos del libro.

Sanguinetti repasó los grandes hitos históricos del conflicto, desde la Declaración Balfour hasta la creación del Estado de Israel, y relató anécdotas de sus encuentros con figuras como Simón Peres, Ariel Sharon y Yasser Arafat. Recordó cómo la retirada de Gaza en 2005, que muchos soñaron como el inicio de una etapa de paz, terminó frustrándose. “El conflicto ha ido mutando”, dijo. En 1948 seis Estados atacaron a Israel; hoy la amenaza viene de grupos terroristas. A su juicio, el objetivo de Hamás más real  no fue  destruir a Israel militarmente —porque no es posible—, sino minar su reputación  internacional ( eso vaya si lo logró) y la credibilidad moral de su gente.

También criticó el cinismo de ciertos discursos occidentales. Cuando se ve a chicas levantando una bandera palestina junto a una LGTB+ en apoyo a Hamás, un grupo que impone la sharía, una no puede dejar de pensar en la contradicción. Ellas creen que defienden una causa justa. Un poco como Greta, que monta su película hollywoodense y se convierte en modelo de esa sociedad burguesa y acomodada que, desde su propio privilegio, necesita calmar la conciencia abrazando causas ajenas de la forma más performática posible.

Recordó que el desarme de Hamás no será sencillo, pero que los Acuerdos de Abraham mostraron que un mundo árabe reconciliado con Israel es posible. Reafirmó su convicción de que la paz, aunque difícil, no es una utopía.

El autor, +, cerró la presentación explicando por qué escribió el libro. La gente se distancia por no pensar igual, ni siquiera tienen la capacidad de dialogar. Confesó que el 7 de octubre lo arrastró un vendaval de emociones y debates imposibles, incluso con amigos de toda la vida. Contó que muchas relaciones se rompieron simplemente por no pensar igual, y que de esa experiencia nació la necesidad de escribir. No para imponer una verdad, sino para buscarla.

Dijo que ¿El Diálogo imposible? intenta ser un puente: un libro que no escribe desde la trinchera, sino desde la escucha. Un intento por recuperar el diálogo en un tema que lleva más de un siglo de radicalización, donde las voces moderadas parecen haber desaparecido. “No hay un conflicto blanco o negro”, señaló. Ninguna parte puede hacer todo bien durante 105 años y el otro todo mal durante ese tiempo.

El autor plantea que el núcleo duro del conflicto se resume así: un lado cree que Israel debe morir para que Palestina nazca; el otro, que Palestina no debe nacer para que Israel sobreviva. En esos términos, la paz es imposible. Pero mientras ambas partes no reconozcan el derecho del otro a existir, no habrá salida.

¿El Diálogo imposible? no promete respuestas fáciles. Lo que propone es algo mucho más raro —y más necesario—: leer para entender, no para confirmar lo que ya se cree. En un tiempo de consignas y juicios automáticos, el libro apuesta por la complejidad, la historia y la empatía informada. Porque pensar con lucidez sobre Israel y Palestina sigue siendo, todavía hoy, un acto de fe en algo difícil pero no imposible.-