El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay presente en el 60 aniversario de “Nostra Aetate”, un hito en las relaciones interreligiosas que puso fin a siglos de malentendidos entre judíos y cristianos

El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay presente en el 60 aniversario de “Nostra Aetate”, un hito en las relaciones interreligiosas que puso fin a siglos de malentendidos entre judíos y cristianos
29 octubre, 2025 administrador

El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay presente en el 60 aniversario de “Nostra Aetate”, un hito en las relaciones interreligiosas que puso fin a siglos de malentendidos entre judíos y cristianos

El 28 de octubre del 2025 se celebraron 60 años de “Nostra Aetate” (Nuestra Edad), un hito en las relaciones interreligiosas que puso fin a siglos de malentendidos entre judíos y cristianos. Nuestro habitual colaborador Lic. Rafael Winter (Rufo) nos aporta un artículo sobre su origen, y Sonia Kirchheimer nos habla sobre el acto conmemorativo que se realizó. Nostra Aetate es un texto que rechaza toda forma de discriminación y «deplora el odio, la persecución y las manifestaciones de antisemitismo que, en cualquier momento y por cualquier persona, se han dirigido contra los judíos».

Un cambio positivo en las relaciones judeo-cristianas
Declaración “Nostra Aetate” – Concilio Vaticano II
Escribe el  Lic. Rafael Winter – Rufo

El 28 de octubre se cumplen 60 años de este hito. Realmente histórico. Fue en el año 1965.

Tuvo lugar en el marco del Concilio Vaticano II.
El Concilio Vaticano II fue previamente convocado por el Papa Juan XXIII, y comenzó en el año 1962, con el objetivo de aggiornar la Iglesia a su tiempo. Y de reformular la relación de la Iglesia Católica con las religiones no cristianas.
Es en dicho contexto que tendrá lugar la Declaración “Nostra Aetate” (en nuestro tiempo) que es la que se refiere – con especial énfasis- a las relaciones con el judaísmo, con el pueblo judío.
Por supuesto que, en lo que tiene que ver con las relaciones con el judaísmo, esta Declaración está bajo el trasfondo de la Shoah, y con la misma también tuvieron mucho que ver -por su gran trabajo previo de años anteriores de lucha y esclarecimiento contra el antisemitismo- el teólogo cristiano Jacques Maritain y el historiador judío Jules Isaac, ambos franceses.
Vaticano II tiene lugar bajo el liderazgo del gran Papa Juan XXIII -Juan el Bueno, así se lo conoció- una personalidad amistosa y empática hacia el pueblo judío, de la cual ya había dado muestras en los trágicos años de la Shoah.
“Nostra Aetate” es breve pero suficientemente sustanciosa.
La Declaración sobre los judíos se sintetiza en 15 frases.
En su parte medular refuta la calumnia que se conoce como el “Deicidio”, es decir: la responsabilidad colectiva del pueblo judío en la muerte de Jesús, en todo tiempo y lugar. Esta calumnia fue lo que, sin duda, más daño le hizo al pueblo judío durante 2000 años de historia.
“Nostra Aetate” deplora el antisemitismo y esto es fundamental.
“La Iglesia… consciente del patrimonio común con los judíos… deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos…” dice en la Declaración.
Tuvieron que pasar más de dos mil años, ríos de sangre, pero de todos modos… más valió tarde que nunca.
Una tardía reparación histórica, pero reparación al fin.
De más está decir que “Nostra Aetate” ha fomentado, ha impulsado el Dialogo Judeo-Cristiano en distintas partes del mundo, revolucionó la perspectiva de la Iglesia Católica hacia el pueblo judío, y claro que sí, también en el Uruguay, por más que la Confraternidad Judeo-Cristiana del Uruguay ya había nacido en el año 1958, o sea antes de Vaticano II y de “Nostra Aetate”.
Pero sin duda, la Declaración dio mayor impulso aun a dicho diálogo.
Esta Declaración ¿es de conocimiento del cristiano-católico común y corriente?
¿Se ha difundido en el mundo como correspondería? No lo sé. Ojalá que así fuera.
También es importante que el judío común y corriente la conozca, pero precisamente por lo sustancial de la Declaración es muy importante que el cristiano-católico la conozca.
Sin duda que de un lado y del otro aun hay muchos, demasiados que son reacios o indiferentes al diálogo.
Y aun queda mucho camino por recorrer…
Juan XXIII falleció en el año 1963, en plena época del Concilio. Seguramente se dijo -o se debería haber dicho- el “Kadish” por él…
Hay quienes dicen que, de haber seguido viviendo, esta Declaración hubiese sido aun más contundente, más categórica. Es posible.

De todos modos, lo que en ella aparece escrito es muy importante y significó, a partir de ese momento, un cambio, un nuevo punto de partida en las relaciones judeo cristianas, que si bien aun pueden y deben mejorar, es un cambio que debemos apreciar y valorar en su justa dimensión.

Hoy celebramos también aquí el 60 aniversario de «Nostra Aetate»
Por Sonia Kirchheimer

Como venimos informando, la Conferencia Episcopal del Uruguay, el Congreso Judío Latinoamericano y la Confraternidad Judeo-Cristiana del Uruguay invitan a celebrar hoy, martes 28, en la fecha exacta en que se hará asimismo en el Vaticano, el 60 aniversario de la aprobación de la Declaración Nostra Aetate (Nuestra Edad). Será en el Auditorio del Edificio Semprún de la Universidad Católica del Uruguay, Estero Bellaco 2771, a las 19 horas, con entrada libre. Lo apoyan la UCU, el Consejo Internacional de Cristianos y Judíos (ICCJ) y el Comité Central Israelita del Uruguay.

En el Concilio Vaticano II, que se desarrolló entre 1962 y 1965, se aprobaron 16 documentos, de ellos 3 fueron declaraciones o afirmaciones importantes en torno a temas específicos. Una de éstas fue Nostra Aetate “Sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas”. Comienza, en el punto 2, refiriéndose al Hinduismo y al Budismo. La relación con el Islam es abordada en el punto 3. El punto 4, el más extenso, se refiere a la religión judía. Un quinto punto fue una sentencia sobre que “La fraternidad universal excluye toda discriminación”, ya sea por “motivos de raza o color, de condición o religión”.
Nostra Aetate constituyó un hito que marcó pautas para un nuevo rumbo en el camino del diálogo interreligioso. ¿Cómo se viene transitando este camino? Sus logros y constantes desafíos serán abordados hoy en el espacio central del acto por un panel integrado por el Pbro. Daniel Martínez, el Pastor Dr. Jerónimo Granados, el Lic. Mikael Yussim y la Esc. Teresa Gnazzo.
El programa incluirá un momento que refleja los alcances del nuevo rumbo. El Sr. Diego Sonnenschein, directivo del Congreso Judío Latinoamericano, entregará al Cardenal Daniel Sturla, en su carácter de Arzobispo de Montevideo y Vice-Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, un ejemplar del documento Kishreinu (Nuestro Vínculo), respuesta a Nostra Aetate firmada por más de 100 comunidades judías de todo el mundo, incluyendo nuestro país.
El Cardenal Daniel Sturla y el Rabino Daniel Dolinsky, Copresidentes de la Confraternidad Judeo-Cristiana del Uruguay, tendrán a su cargo palabras de cierre del evento.
En la parte musical se contará con la participación de Jagay Alfassa, cantante litúrgico de la Nueva Congregación Israelita.

En la conducción general del acto estará la Dra. Silvia Facal.-