«Auschwitz-Birkenau: ¿Fue realmente liberado?», escribe Enrique Benkel (Z’L), sobreviviente de la Shoá

«Auschwitz-Birkenau: ¿Fue realmente liberado?», escribe Enrique Benkel (Z’L), sobreviviente de la Shoá
29 enero, 2025 administrador

Auschwitz-Birkenau:¿Fue realmente liberado?

Por Enrique Benkel (Z’L), autor del libro autobiográfico «B-10279, sobreviviente de Auschwitz»

Foto (archivo familiar): El autor y su hermana, Ana Benkel de Vinocur (Z’L), en una visita a Auschwitz para elevar una plegaria por su familia asesinada.

 

Este año, el 27 de enero de 2005 fue conmemorado con la presencia de importantes figuras políticas, presidentes y ministros de numerosos países europeos y del mundo, el 50 aniversario de la liberación del gran campo de concentración y exterminio de Auschwitz.

¿Fue realmente liberado? En mi opinión, realmente no. Soy sobreviviente de dicho campo con el N.º B-10279. El ejército soviético no apresó a ninguno de los más de siete mil SS alemanes nazis y oficiales de muy alto rango, a los directamente responsables en el manejo del campo de concentración y muerte.

¿El mando soviético lo hubiera podido liberar? Sí.

El ejército soviético tenía una abrumadora mayoría, pero no lo hicieron, no fue para ellos un objetivo importante. El objetivo principal, y voy a mencionar las palabras escritas textualmente por el Gral. de la división soviética J. V. Parotkin, historiador, que fueron las siguientes: “El mando soviético había decidido no cerrar el cerco en torno a las fuerzas alemanas de Silecia ni obstaculizar la retirada de la zona industrial: lo que se deseaba era empujar a los alemanes lejos de esa zona, con intención de no poner en peligro las valiosas instalaciones que allí había. Fue centro de la cuenca carbonífera de Dombroski. Esta maniobra logró un éxito brillante”. Las minas de carbón fueron tomadas intactas y este fue el principal objetivo, no Auschwitz.

Los alemanes, al tener una franja de terreno libre y estar obligados a retirarse, acordaron de llevar con ellos a todos los internados, la gran mayoría judíos. Esto fue a mediados de enero de 1945, en pleno helado invierno. Al no disponer de locomoción, llevaron a todos los presos, que eran aún alrededor de 100.000: todos de a pie. El destino era Rybnik a 100 km. En esa ciudad ferroviaria, Eichmann, disponía de gran cantidad de vagones de carga.

Dejaron en Auschwitz a la gente ya desfalleciente; estos sí fueron liberados por el ejército soviético.

La gran mayoría fue forzada a hacer una marcha acelerada. Esta fue una marcha de muerte; hostigados con látigos, los que no aguantaban más fueron fusilados y tirados en las cunetas.

Soy testigo de lo acontecido, pues donde yo trabajaba, en las minas de carbón cuyo nombre era “Sharloten grube”, se encontraban solo a 10 km de la zona ferroviaria. Los mineros judíos éramos aproximadamente 2000 y fuimos ubicados en los vagones de carga. Estábamos a la espera de un gran contingente que venía desde Auschwitz. Llegaron al anochecer exhaustos y medio muertos, los apretujaron dentro de los vagones de carga. El destino era otro calvario: el terrible campo de concentración en Austria: Mauthausen.-

Enrique Benkel sufrió el horror de la locura nazi en Auschwitz, experiencia que plasmó tras una larga vida establecido en Uruguay en el libro B-10279, sobreviviente de Auschwitz.