Terezín, Hans Krasa y Brundibár

Terezín, Hans Krasa y Brundibár
20 julio, 2015 administrador

Por Egon Friedler. Publicado en Semanario Hebreo el 16 de julio de 2015.

Después de ser presentada en varios países de Europa, en los Estados Unidos y en Argentina, llegó a Montevideo, la ópera infantil “Brundibar” escrita por el compositor judío-checo Hans Krasa en el campo de internación nazi de “Terezin” o “Theresienstadt”. ¿ Qué características tuvo el campo de Terezin? ¿Quién fue el autor de esta ópera infantil que está recorriendo el mundo con su mensaje de paz y de tolerancia?

 

“Terezin”, a diferencia de otros campos de concentración nazis, estaba destinado a engañar a la opinión pública mundial, desmintiendo los rumores acerca de las atrocidades nazis. Las condiciones de vida eran aceptables y se permitía que en el lugar hubiera una vida cultural intensiva organizada por los propios internados. La mayoría de quienes eran enviados a Terezin eran intelectuales y artistas. En realidad, Terezin solo era un campo de tránsito hacia Auschwitz, el campo de la muerte.

Hans Krasa fue uno de los compositores judíos destacados asesinados en Auschwitz, luego de su paso por Terezin.

Los otros fueron Gideon Klein (1919-1945) quien, además de ser compositor era un pianista que dio conciertos como solista durante los primeros tiempos de la ocupación nazi bajo el seudónimo Karel Vranek. En 1940 le fue ofrecida una beca de la Royal Academy of Music de Londres, pero las leyes raciales nazis le impidieron salir del país ; Karel Svenk (1917-1945), actor, director, escritor y compositor y activo organizador de la vida artística en Terezin. Fue deportado en diciembre de 1941 ; Erwin Schulhoff (1894-1942) alumno de Claude Debussy y Max Reger. Cultor del jazz y de la música de vanguardia hizo una carrera importante como pianista y compositor ganando el Premio Mendelssohn en ambas categorías: Pavel Haas (1899-1944) Alumno de Janacek compuso varias obras en Terezin. Una de ellas, Estudio para Orquesta de Cuerdas fue incluida en un documental propagandístico nazi titulado cínicamente “El Führer regala una ciudad a los judíos” en la que también aparece una escena de “Brundibar” ;Victor Ullmann (1898-1944) Fue alumno de Schönberg y de Alexander von Zemlinsky y antes de convertirse en una víctima de los nazis tuvo una activa participación en la vida musical checa como director de ópera y como asesor musical en la radio checa. De sus 41 obras escritas, solo 13 pudieron ser salvadas de la destrucción por sobrevivientes. Entre ellas, figura la obra más emblemática del Holocausto, la ópera “El emperador de Atlantis” que fue estrenada en Ámsterdam en 1975 y desde entonces se presentó en distintas partes del mundo incluyendo Montevideo. El único compositor del grupo de Terezin que sobrevivió a la guerra fue Karel Reiner (1908-1973). Abogado de profesión y músico por vocación, fue alumno de Alois Haba y Yosef Suk. Aunque fue un comunista militante, luego de la asunción del poder por los comunistas en Checoeslovaquia en 1948 fue perseguido como formalista. En opinión de la crítica, el período más fecundo de su carrera fue el último (1960-1979) en el que compuso obras en un estilo muy ecléctico. Dejó una obra muy vasta en los más diversos géneros.

Sin embargo, el músico judío más célebre mundialmente que sobrevivió a Terezin y a Auschwitz no fue un compositor sino un director de orquesta: Karel Ancerl (1908-1973). Ancerl, discípulo de Herman Scherchen y Vaclav Talich, fue un representante muy calificado de la gran tradición musical checa y se destacó como intérprete de la música de su país, de los clásicos y de compositores del siglo XX. Realizó una gran labor al frente de la Orquesta Filarmónica Checa antes y después de la guerra, pero al producirse la invasión rusa en 1968 emigró a Canadá donde dirigió la Orquesta Sinfónica de Toronto en sus últimos cuatro años de vida. Numerosas grabaciones quedan como testimonio de su formidable legado artístico.

Hans Krasa (1889-1944) nació en el seno de una familia muy acomodada que estimuló su formación musical. Su padre era un abogado checo y su madre una judía alemana. Algunas de sus composiciones juveniles fueron ejecutadas por músicos pagados por su padre en los lugares de veraneo a los que la familia solía concurrir.

Hizo sus primeros estudios musicales en la Academia de Música Alemana en Praga con Alexander Zemlinsky. En el comienzo de su formación estuvo muy influido por los ideales estéticos prevalecientes en los medios culturales de Praga en los que existía un verdadero culto por la música de Mahler. Asimismo tenía una importante gravitación Viteslav Novak, el más prominente impresionista checo. Luego del fin de la Primera Guerra Mundial tuvo una influencia pasajera el modernismo representado por Stravinsky por una parte y por el grupo de los seis francés por otra.

El proyecto de graduación de Krasa, “Cuatro canciones orquestales”con poemas de “Las canciones para la horca” de Christian Morgenstern (1871-1914) fue estrenado bajo dirección de Zemlinsky en mayo de 1921. Tuvo ecos positivos en la crítica alemana que elogió su sátira de los clisés de la música romántica. Sin embargo, su utilización del grotesco fue moderada en comparación con otros compositores de su tiempo como Hindemith. La influencia mayor en su música de ese tiempo fue la de Mahler.

En este primer período creativo, además de sus “Cuatro canciones orquestales” compuso el Cuarteto de cuerdas N.2, la sinfonía para Pequeña Orquesta y las”Cinco canciones para voz y piano Op.4.”

Después de haber compuesto esta última obra, Krasa dejó de componer durante siete años y fue absorbido por otras actividades musicales como la de acompañante de cantantes en el nuevo Teatro de Praga. En 1927, Zemlinsky lo llevó como sustituto a la entonces muy prestigiosa Opera Kroll de Berlín. Al ser conocido como director de orquesta tuvo propuestas para dirigir en Berlín, París y Chicago, pero Krasa prefirió volver a Praga donde disfrutaba de un nivel de vida agradable, combinando su vida profesional como músico, con la vida de café, el juego del ajedrez y las discusiones sobre arte y literatura. El tuvo relaciones de amistad con intelectuales alemanes vinculados al diario “Prager Tagesblatt” y con algunos pintores checos. El círculo de Krasa se caracterizaba por su actitud positiva hacia la identidad nacional checa, pero se oponía a cualquier  clase de posiciones chauvinistas.

El segundo período creador de Krasa se inició a comienzos de la década del 30. Su primera obra de ese período fue la cantata para coro mixto y orquesta “La tierra es del señor” con textos de los Salmos. Fue estrenada por músicos alemanes en Praga en 1932 y se caracterizó por su carácter monumental según el modelo de algunos compositores franceses de la época. En general, las críticas de la prensa fueron desfavorables.

Más polémica aún fue su ópera “Compromiso matrimonial” basado en el “Sueño del tío” de Dostoievsky. El estreno tuvo lugar en el nuevo Teatro Alemán como parte del Festival de mayo de 1933.El tema más debatido fue el uso de citas musicales “en el espíritu” de Rossini, Verdi y los románticos alemanes y la mezcla de personajes bufos y serios. Significativamente, meses más tarde la ópera ganó el Premio Nacional checoeslovaco.

Otra obra de su segundo período fue su Música de cámara para clave y 7 instrumentos 1936). Esta obra fue presentada junto con las de varios compositores modernistas checos como Pavel Borkovec, Frantisek Bartos, Isa Krejci y Jaroslav Jezek.

La ópera para niños “Brundibar” con libreto de Adolf Hoffmeister, fue compuesta en 1938 para ser presentada en un concurso para una ópera infantil organizado por el Ministerio de Educación checo. No se anunció el ganador ni se entregó ningún premio debido a que todo el país ya había sido ocupado por la Alemania nazi en marzo de 1939.

En julio de 1941,se iniciaron ensayos de la ópera con el director de orquesta Rafael Schachter en el orfanato judío-sionista “Haguibor”. La ópera se presentó dos veces en secreto, ya que a mediados de 1941 los nazis habían prohibido toda actividad cultural judía. Krasa fue arrestado sin haber llegado a oír su obra.

En Terezin, Krasa se convirtió en el director de las actividades musicales del campo, denominadas”Freizeitgestaltung” (Actividades para el tiempo libre) que formaban parte del proyecto propagandístico nazi. Durante su internación de 26 meses, Krasa compuso su trío para cuerdas y sus “Tres canciones para soprano, clarinete, viola y violoncello”, ambas frecuentemente ejecutadas.

Rudolf Freudenfeld, hijo del director del organato “Haguibor” logró contrabandear la partitura de Brundibar a Terezin. Allí Krasa hizo una nueva orquestación teniendo en cuenta los músicos y los instrumentos de los que podía disponer. Debió suspender varias veces los ensayos debido a la deportación de coristas, los que eran sustituidos por niños recién llegados. Después de más de dos meses de ensayos “Brundibar” se estrenó en las llamadas barracas de Magdeburgo el 23 de setiembre de 1943. La ópera fue representada 55 veces hasta que el campo de internación de Terezin fue desarmado en el otoño de 1944.

Si bien la ópera fue escrita antes de que un peligro inmediato amenazara a los judíos de Checoeslovaquia, la producción de Terezin fácilmente podía ser interpretada como una alegoría en la cual el malvado Brundibar representaba a Hitler. El simbolismo no fue captado por los verdugos nazis, porque la ópera era cantada en checo.

El sencillo argumento trata de dos hermanos, Aninka y Pepicek, que tratan de conseguir dinero para su madre enferma. Se encuentran con el organillero Brundibar que gana dinero tocando su organillo y cantando. Los niños tratan de unirse a él pero Brundibar los echa. Unos animales del barrio se les unen, reúnen a más niños y tienen éxito. La gente, conmovida por el canto de los niños les da dinero. Brundibar, enojado, trata de robarles, pero finalmente los niños y sus amigos, los animales, expulsan a Brundibar. Todos terminan cantando un canto de victoria.

El 23 de junio de 1944 tuvo lugar la representación destinada a impresionar a la Cruz Roja Internacional. Para este acontecimiento,los nazis decidieron llevar la pieza a un al gran salón Sokol de Praga fuera del guetto. Incluso proporcionaron al director de escena Frantisek Zelenka materiales para mejorar el vestuario y los decorados. Pero al parecer, los nazis no estuvieron demasiado convencidos del éxito de su maniobra de propaganda. La película, en la cual irónicamente figura la escena de la derrota de Brundibar, nunca fue exhibida en los cines alemanes durante la guerra.

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