Museo de la Shoá: «La pasión por esta misión fue la fuerza que nos impulsó»

Museo de la Shoá: «La pasión por esta misión fue la fuerza que nos impulsó»
4 diciembre, 2019 administrador

Rita Vinocur, directora del Museo de la Shoá de Uruguay, durante el acto de reinauguración. Foto: Natan Vareika

Discurso de la Prof. Rita Vinocur, 28 de noviembre de 2019.

«Buenas noches. Quiero agradecer esta convocatoria impresionante y expresar la emoción enorme de este momento. Aggiornar el Museo de la Shoá de Uruguay que hoy se reinaugura, es un acto de valentía, sin medios propios, una aventura, una utopía, casi una locura. La pasión por esta misión fue la fuerza que nos impulsó con un recorrido de mucho tiempo y mucho esfuerzo de nuestra institución el Centro Recordatorio del Holocausto.

Ante todo mencionar que fueron sobrevivientes de la Shoá quienes en 1953 fundaron nuestra organización llamada en ese entonces Víctimas de Nazismo, Sherit Hapleitá en hebreo, luego Sobrevivientes del Nazismo, para estar unidos entre hermanos de cautiverio. Y luego pasó a llamarse Centro Recordatorio del Holocausto y siempre el Museo de la Shoá fue parte de la institución. Tal vez varios aquí presentes no sepan que fue el primer Museo de la Shoá en Sud América. Y que tiene una historia de heroísmo por todo lo que hicieron después de haber sufrido tanto; enfrentaron al mundo con optimismo sin olvidar lo perdido -porque es una herida que siempre dolerá- pero gozando simplemente de ser libres, formando familias a semejanza de las que tuvieron y les destruyeron, con amor, sin odio.

Más adelante, con un esfuerzo gigantesco trasladaron su sede para funcionar aquí dentro de la Comunidad Israelita del Uruguay, con el Museo en su segunda versión. Y años más tarde en 1992 el sobreviviente Chil Rajchman, se hizo cargo de la remodelación en honor a su esposa, Lila Rajchman y ahora en 2019 tenemos esta reinauguración. Y por qué y para qué tiene que haber un Museo de la Shoá en Uruguay? Cuando estamos en contacto con estudiantes, escuelas y liceos y vemos sus rostros de asombro frente a lo que se les cuenta, su atención absoluta por los testimonios que ven, estamos seguros que sobran razones para recordar lo que ocurrió y es imprescindible que haya un Museo de la Shoá en Uruguay. Es por el ayer sí, y también por el presente y el futuro. Para luchar contra la discriminación de cualquier tipo. Y podemos palpar la repercusión de las visitas al Museo.

Es lógico porque entre muchas cosas tiene objetos con historias depersonas que sobrevivieron al infierno, y luego vinieron al Uruguay y esos objetos fueron parte importantísima de sus vidas y tienen un tremendo significado. Muchos ya no están físicamente, pero están aquí de algún modo, en otro plano y seguro están sonriendo por este esfuerzo por preservar la memoria. Y hoy están sus familias, sus hijos y nietos y todavía por suerte tenemos a varios sobrevivientes entre nosotros honrándonos con su presencia.

En esta sala hoy también hay gente muy comprometida con esta misiónque no son judíos y están aquí, porque los involucra Judíos, no judíos, el Museo nos une. Recordar es relevante no dejar jamás que todo lo que ocurrió en la Shoá quede en el olvido.

Los objetos del Museo son auténticos, tienen historias que vibran,emocionan, son únicos y todos fueron testigos del Holocausto, objetos que son en nuestra vida diaria ignorados, una cuchara, un peine, una carta, pero en la Shoá eran tesoros. Y fueron traídos al Uruguay; todo el Museo tiene conexión con nuestro país.

Desde el Museo, se puede plantar la semilla del respeto al prójimo sea cual sea su religión, su etnia, sus ideales políticos. No es el más grande ni el que posee más riquezas, pero tiene una fuerza enorme y poderosa, una voz firme, una misión clara e inspiradora en las mentes y corazones y nos demuestra que esta misión va a trascender nuestras propias vidas. Nos demuestra que se puede ser más fuerte que el sufrimiento porque supimos resistir.

Hay mucho para agradecer a quienes lo hicieron posible. Voy a focalizarme en nuestro benefactor Louis Kravitz, en la Embajadas de Canadá, la Embajada de Alemania, en el arquitecto del proyecto Fernando Aguirre Fresnedo y especialmente en el equipo del Centro Recordatorio del Holocausto. Nadie puede hacer algo así solo sino con un equipo. Y este es el mejor. Y con ellos estamos creando historia en este país.

Con dignidad con coraje sintiendo que se tiene una misión sagrada que le da sentido a la vida. Por ellos, por nosotros, por toda la humanidad ¡¡¡Estamos aquí!!!».-