Perdimos a un imprescindible: Egon Friedler Z’L
Escribe la Prof. Rita Vinocur, directora del Museo de la Shoá de Uruguay
A veces pensamos que ciertas personas deberían ser eternas. Uno de de ellos era Egon Friedler (Z’L). Tanta sabiduría acumulada y compartida. Tanta finísima lucidez intelectual, tanto talento. Tanta valentía. Quisiera compartir anécdotas entrañables entre Egon y mi madre Ana Benkel Vinocur (Z’L):
En 1972, Ana publicó el primero de sus libros «Un libro sin título«. Nadie la conocía aún. Y Egon que aún tampoco la conocía publicó un artículo sobre esta obra en Semanario Hebreo con una crítica muy favorable para mamá – y para tantos Egon ya era un referente muy respetado- y recuerdo como si fuera hoy con la alegría y la ilusión que ella me mostró dicho artículo, en el cual él hablaba muy bien de su obra. Y ahora increíblemente encontré en el sitio web de mamá el título de ese artículo fechado décadas atrás: Egon Friedler – «La sencilla historia de un libro nada sencillo» – Semanario Hebreo.
Recuerdo muy bien que eso fue para ella un espaldarazo enorme. La opinión de Egon era tan importante, le dio ánimo e impulso. Y eso motivó que cuando hizo la segunda edición en español, le solicitó a Egon que escribiera el prólogo y así fue en el año 1978 y ese mismo prólogo se publicó además en la tercera edición de 1981 en México y también en la última en 2002 (hasta ahora), en la cual Egon fue uno de los presentadores en la Sala Vaz Ferreira de la Biblioteca Nacional; todo un honor para mamá y la familia. Más allá de eso siempre estuvo presente cuando mamá lo invitaba para sus eventos, como en la foto que se exhibe, cuando se publicó esa obra en inglés.
Mucha fuerza y cariños a su familia, puesto que sin ellos y especialmente sin una compañera como Etel, se habría hecho mucho más difícil desplegar su talento, pero con ese apoyo y amor, seguro todo le resultó más fluido y sencillo a Egon.
Con admiración personal y colectiva pienso cuánta falta hará a la comunidad judía y a toda la sociedad uruguaya. Descansa en paz querido Egon.-