Por Dr. Israel Jamitovsky

Días pasados y en una visita que realicé al Bosque de los Mártires sito en la cercanía de Jerusalén me topé con la figura de Fritz Bauer, destacado jurista judío alemán. Fiscal, magistrado, Bauer jugó un rol preponderante en la captura  y enjuiciamiento de Adolf Eichmann así como en las acciones judiciales que se promovieron en Fráncfort contra nazis por crímenes cometidos en Auschwitz.

Fritz Bauer nació en  Stuttgart, Alemania el 16 de julio de 1903 en el seno de una familia judía. Su padre Ludwig se alistó como voluntario en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial y se hizo acreedor a la Orden del Heroísmo. Posteriormente dirigió con sus hermanos un emprendimiento textil en el centro de Stuttgart. Desde muy joven Bauer fue militante en la Social Democracia Alemana, en la organización de estudiantes judíos liberales tomando parte en numerosos debates políticos. En 1928 obtiene el doctorado en Derecho con la tesis «La estructura legal de los trust», ese mismo año  se convierte en asesor jurídico del Distrito de Stuttgart y dos años después es designado juez de dicho distrito, convirtiéndose en el magistrado de distrito más joven de la República de Weimar. Bauer fue activo en la vida política desde muy joven, siendo cofundador de la Asociación de Jueces Republicanos en Wurtemberg y en 1931 preside la filial social demócrata de Stuttgart.

En mayo de 1933 Bauer es detenido por las autoridades nazis por planear una huelga general, condenado a ocho meses de prisión en el campo de concentración de Heuberg y en la cárcel de la guarnición de Ulm. En 1936 migra a Dinamarca, otro tanto hicieron sus padres en 1938, pero cuando en 1940 los alemanes conquistan Dinamarca, es nuevamente detenido, encarcelado durante tres meses y finalmente liberado en mérito a las gestiones desplegadas por sus amigos daneses.

En 1943 al conocerse la deportación de los judíos daneses al campo de concentración de Theresienstadt, huye con su familia a Suecia -tal como lo hicieron la mayoría de los judíos locales- en mérito a la ayuda prestada por distintos espacios de la sociedad danesa. En Suecia trabajó como ayudante de archivos, fundó con Willy Brandt y otros germanos la revista Sozialistische Tribune.

En 1945 retorna a Dinamarca, operando en el espacio de la economía, la administración y paralelamente fue el director de un periódico destinado a los exiliados alemanes. En 1949, Bauer retornó a Alemania, ya en 1950  fue designado Fiscal del Juzgado de Braunschweig y en 1956 fue nombrado Fiscal General del Estado Federal de Hesse con sede en Fráncfort del Meno, cargo que detentaría hasta su fallecimiento en 1968.

En Setiembre de 1957, Bauer se entera  por vía del judío alemán Lothar Herman que Adolf Eichmann reside en Buenos Aires. Bauer intentó en numerosas oportunidades en conversaciones que mantuvo con el Ministro de Justicia de la Alemania Federal Fritz Scheffer así como con su canciller Konrad Adenauer que Alemania solicitara la extradición de Eichmann, pero su solicitud fue siempre rechazada. Adenauer argumentó que «Eichmann no era ciudadano alemán». Ante ello y el peligro que la información recibida trascendiera, Bauer informó de la misma al Dr. Félix Shenhar, representante de la Oficina de  Intereses Israelíes ante el Gobierno de Bonn, el cual por su parte  hizo llegar  la antedicha información al Mosad. El 6 de noviembre de ese mismo año el representante del Mosad, Shlomo Cohen Abarbanel llegó a Alemania  Occidental y se entrevistó con Bauer.

En el verano de 1958 el jefe del Mosad,  Isser Harel, resolvió archivar el expediente de Eichmann. En Diciembre de 1959, Bauer visita Israel, aporta  nuevas evidencias en relación al paradero de Eichmann y presionó tanto al Asesor Jurídico del gobierno israelí como el Jefe del Mosad Isser Harel para su captura, de tal suerte que su expediente fue nuevamente reabierto. En 1960 Bauer ayudó secretamente al Mosad a ubicar documentación gravitante para enjuiciar y condenar  oportunamente a Eichmann, todo ello bajo absoluta reserva, habida cuenta que en el aparato jurídico de Alemania Federal trabajaban numerosos nazis que permanecieron en sus cargos después de finalizada la Segunda Guerra Mundial.

Bauer fue notificado personalmente de la captura de Eichmann y su traslado a Israel por el Mosad dos horas antes que el Primer Ministro de Israel a la sazón, David Ben Gurión, hiciera otro tanto el día 23 de mayo de 1960 ante el parlamento israelí.

A partir de los años 50, en la mayoría de la población de la Alemania Federal reinaba la opinión que los crímenes del nazismo pertenecían al pasado y no cabe discusión o abordar este tópico. Recuérdese que se estaba a pocos años de finalizada la Segunda Guerra Mundial, en plena guerra fría y con fundados temores ante la cercana presencia soviética. Bauer se opuso terminantemente a esta postura y advirtió de la posibilidad del resurgimiento del nazismo en Alemania Occidental. En el contexto de la confrontación con  el pasado, en febrero de 1959 Bauer logró que el Jugado Letrado de Fráncfort adquiriera competencia para juzgar los crímenes cometidos en Auschwitz (Polonia), de tal suerte que entre 1963 y 1965 se celebraron 22 juicios contra criminales nazis conocidos como «El segundo Juicio de Auschwitz» o «Auschwitz 2″. Bauer desplegó  ingentes esfuerzos para la obtención de la  documentación pertinente y  durante estos  juicios depusieron 360 testigos de los que 211 eran supervivientes de Auschwitz. Sin su titánico esfuerzo, estas acciones judiciales nunca  hubieran prosperado. Si bien las sentencias dictadas dejaron desconforme a Bauer habida cuenta que las condenas se remitieron a unos escasos años de cárcel y amplias capas de la sociedad germana rechazaron dichos procesos, a su vez  estos juicios volvieron a plantear en la palestra pública alemana el tópico del Holocausto y su responsabilidad ante los crímenes cometidos por el nazismo. Más aún, tómese en cuenta  el  coraje  de Bauer y el espacio en que operó estaba  compuesto -como señalé previamente- por juristas que en su  mayoría  habían trabajado durante el régimen nazi, a tal punto que llegó a decir «en la justicia vivo como en el exilio, cuando dejo mi oficina, piso un país extranjero enemigo».  Apuntó a crear en Alemania un nuevo ordenamiento jurídico, cimentado en bases democráticas, eliminar todo vestigio nazi y  a la luz de las nuevas realidades efectuar reformas pertinentes en su Código Penal, todo lo cual se reflejó en sus numerosos libros y conspicuos artículos periodísticos. Por su férrea  lucha en aras de  los derechos humanos y a la vez combatir sin cuartel los crímenes del nazismo, fue una figura controvertida en la sociedad germana de su tiempo.Con el devenir del tiempo, felizmente su figura se agrandó y se hizo acreedor a múltiples reconocimientos, a saber:

• En el Bosque de los Mártires cercano a Jerusalén luce una plaqueta en su honor.
• En 1961 Bauer fundó junto con Gerhard Szczesny la organización de derechos civiles Humananistische Union. Tras su fallecimiento, dicha organización comenzó a entregar  anual  o bianualmente el Premio Fritz Bauer.
• En 1995 se crea la Fundación Fritz Bauer que se ocupa del estudio del Holocausto.
• Desde 2012, las gran sala de eventos del Juzgado del distrito de Stuttgart lleva el nombre de Fritz Bauer Saal.
• En abril de 2012, se  resolvió que la plaza junto al Juzgado del Distrito en el centro se Brunswick, pasaría a rotularse Fritz-Bauer-Platz.
• La exposición «Fiscal General del Estado Fritz Bauer y el proceso del 20 de julio· se expuso en Brunswick promovida por una organización de esta ciudad en colaboración con la fiscalía general de la misma ciudad.
• El Ministerio Federal de Justicia y Protección al  Consumidor, creó en el 2014, el premio Fritz Bauer para tesis doctorales sobre los derechos humanos y la historia del Derecho relacionados con Franz Bauer, su obra o tópicos importantes de su cosmovisión.
• En la literatura, el director de cine y escritor Alexander Kluge, en su volumen «La despedida de ayer», pone en boca de Bauer un alegato por la humanización de la justicia. En el 2013, le dedicó un libro rotulado 48 historias para Fritz Bauer.
• En el espacio del cine, cabe señalar en el año 2014 la película «La conspiración del silencio» de Giulio Ricciarelli en la que aflora el trasfondo jurídico de los juicios denominados Auschwitz 2.
• En el año 2015 se exhibe la película del cineasta alemán Lars Kraume, «La verdad de Fritz Bauer», en la que se encara su personalidad así como el clima político e intelectual de la sociedad alemana de las décadas de 1950 y 1960 en las que obró.
• En el año 2016, se trasmitió en la cadena televisiva alemana  Das Erste  el drama político titulado «La ley general» en el cual se abordó su vida y trayectoria.

Fritz Bauer falleció en Fráncfort del Meno el 1 de julio de 1968. En su momento acuñó una reflexión que en cierto modo reúne su aproximación a la realidad: «No podemos crear un paraíso sobre la tierra, pero cada uno de nosotros debe hacer algo para que la Tierra no se convierta en un infierno».-

Fotografía:www.elimparcial.es