Jóvenes judíos pertenecientes a movimientos juveniles sionistas jalutzianos, del Bund, comunistas, comandados todos ellos por Mordejai Anielewicz tal como lo dice la historiografía tradicional, comienzan a escribir una página de gloria en la larga y dramática historia judía.

Con la Matzá y los símbolos tradicionales sobre la mesa del Seder; las 4 copas de vino y la copa de Eliahu Hanavi; la Keará (bandeja) del Seder que a través del Maror (hierbas amargas) también nos recuerda la esclavitud; la Hagadá de Pesaj; el relato del Éxodo de Egipto, las cuatro preguntas del Ma Nishtaná, el niño que pregunta, las canciones. Todo eso, todo eso y más es Pesaj.

Por, sobre todo, el mensaje de la libertad: «En cada generación, cada uno debe verse a sí mismo como si él mismo hubiese salido de Egipto…y le contarás a tu hijo» dice la Hagadá de Pesaj. Tradición y continuidad.

Y en cada generación, en la noche del Seder debemos recordar a los héroes del Ghetto de Varsovia, quienes hace 80 años, en una noche de Pesaj, decidieron comenzar a luchar por el honor, ¡por la dignidad…por la libertad!

Jag HaPesaj Kasher ve Sameaj! ¡Estimados amigos!-