“Nosotros somos ese rastro”
El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay presente en la Cátedra de Judaísmo Nisso Acher de la Universidad Católica del Uruguay
Escribe Silvina Cattáneo, publicado en Semanario Hebreo el 20 de noviembre del 2020.
La Cátedra Permanente de Judaísmo Nisso Acher, de la Universidad Católica del Uruguay, UCU, presentó su segundo módulo del curso, “Shoá, Memoria y Judaísmo en el Uruguay”, a la cual el Centro Recordatorio del Holocausto (CRH) fue invitado a la clase del 3 de noviembre, en la persona de la Prof. Rita Vinocur, directora del Museo de la Shoá de Uruguay. Dicha clase, titulada “Rescatando la memoria de las víctimas y sobrevivientes de la Shoá”, contó también con la exposición de la Prof. Laura Bas, docente de Hebreo e Historia Judía quien se refirió al proyecto “Voces por la memoria”.
Moderado por el Mag. Shai Abend, director de la Cátedra, la clase se realizó a través de la plataforma Zoom orientada a los alumnos inscriptos en el ciclo. La riqueza de ambas ponencias permitió reflexionar sobre el equilibrio que ambos proyectos aportan a la memoria de la Shoá en Uruguay. Cabe destacar el apoyo técnico de la docente Sandra Veinstein y del Mag. Shai Abend, ayuda inestimable para que fuera posible este encuentro virtual.
Por su parte, la Prof. Bas se refirió al taller “Voces por la memoria”, que se inició con jóvenes voluntarios del otrora Instituto Ariel Hebreo Uruguayo, quienes recogieron los datos de los sobrevivientes de la Shoá en Uruguay, reparando esa “laguna histórica”, como bien mencionó la Prof. Bas, coordinadora de este proyecto que surgió en el Museo del Holocausto de Washington, “que tiene la característica de ser el único museo estatal sobre esta temática en un estado no judío”, recalcando que los primeros voluntarios para este proyecto, fuera de los EE.UU., fueron los docentes y alumnos uruguayos. Este proyecto contó, desde su inicio, con el apoyo del Centro Recordatorio del Holocausto en donde se realizaron reuniones de sobrevivientes para facilitar la tarea de registrarlos, además de recibir a representantes del proyecto del Museo de Washington en nuestra región: Jaime Monyor y Christina Chavarria.
La segunda parte de la clase estuvo a cargo de la Prof. Rita Vinocur, en calidad de hija de Ana Benkel de Vinocur (Z’L) y directora del Museo de la Shoá de Uruguay. Uno de sus puntos fue destacar que el Centro Recordatorio del Holocausto también realizó un trabajo exhaustivo relacionado a víctimas del nazismo en otro proyecto que registra, exclusivamente, a los asesinados en la Shoá, llamado “Toda persona tiene un nombre”, originado en Yad Vashem en 1953, el cual tuvo su mayor empuje en Uruguay a partir de 1999 y continúa abierto. Estos datos pueden encontrarse en:http://centroshoa.org.uy/toda-persona-tiene-un-nombre/
Además, se mostraron imágenes del Museo que consta de dos salas, la Línea de Tiempo y la Sala de los Objetos, junto a algunas de sus historias. Fue posible además visualizar las Hojas de Testimonio: alrededor de 3000 nombres, de los cuales 515 pertenecen a niños. Todos estos nombres están plasmados, a modo de eterno homenaje, en la Sala de los Espejos en las nuevas instalaciones del Museo, reinaugurado en noviembre del año pasado. Una nota especial fue el testimonio de Anett Quass, desde Alemania, quien trabajó como voluntaria del Museo años atrás, concentrándose en el proyecto mencionado. Sus palabras de agradecimiento fueron conmovedoras, destacándose como una embajadora del CRH en el mundo. También se exhibieron imágenes de algunos de los libros escritos por los sobrevivientes, muchos de los cuales tienen
documentales audiovisuales sobre sus experiencias en la Shoá.
Así, ambas ponencias aunaron, de alguna manera, estos dos proyectos, uno orientado a adolescentes involucrados en mantener los registros de las víctimas de la Shoá, las que sobrevivieron y las que no lo lograron y otro que busca compartir historia y testimonios en primera persona, tanto de sobrevivientes como de sus descendientes, a través del Museo de la Shoá de Uruguay, permitiendo que aquellos que atravesaron el horror unan sus voces y recuerdos al de las nuevas generaciones, logrando que el dolor se transforme en memoria y sabiduría.
Ambos proyectos buscan honrar a quienes no tuvieron voz, concepto que se sintetiza en las palabras de Elie Wiesel que Rita Vinocur utilizó para cerrar su presentación: “¿Cómo se llora a seis millones de muertos? ¿Cuántas velas se encienden? ¿Cuántas plegarias se oran? ¿Sabemos cómo recordar a las víctimas, su soledad, su impotencia? Nos dejaron sin dejar rastro, y nosotros somos ese rastro. Contamos estas historias porque sabemos que no escuchar ni desear saber, lleva a la indiferencia, y la indiferencia nunca es una respuesta”.-