El antisemitismo fue el tópico central en el Plenario de la Alianza Internacional del Recuerdo del Holocausto 2022
Escribe el Dr. Ariel Gelblung, director del Centro Simon Wiesenthal para América Latina
Luego de una larga abstinencia obligada por la pandemia para participar en encuentros internacionales relacionados con mi trabajo de más de dos años, este mes pude volver a la presencialidad.
Ver cara a cara a la gente, poder hablar libre y relajadamente durante los espacios libres y generar contactos son necesidades que nos hacía falta cubrir.
Entre el 20 y 23 de junio tuve el honor de participar, por primera vez en forma física, de un Plenario de la Alianza Internacional del Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés). Dado que la presidencEl antisemitismo fue el tópico central en el Plenario de la Alianza Internacional del Recuerdo del Holocausto 2022ia de 2022 del organismo ha recaído en Suecia, la reunión se llevó a cabo en Estocolmo.
En el transcurso del trabajo de la Comisión sobre Antisemitismo y Negación del Holocausto, un educador austríaco expuso sobre la judeofobia en las universidades y pidió ayuda determinada en varios puntos concretos. Tuve la ocasión de compartir con la audiencia soluciones que a lo largo de nuestro trabajo diario hemos desarrollado para varias de las preguntas efectuadas por el expositor.
Representantes de Estados Unidos y de Bélgica utilizaron su turno para sostener que les era imposible que las universidades acepten dialogar sobre los temas de antisemitismo. Bien porque entendían que este era un tema que no existe, barriéndolo bajo una alfombra imaginaria, o porque no les era significativo, ignorando la complejidad que esto implicaba para los incómodos alumnos judíos que sufren hostilidad de sus compañeros de claustro.
El gran historiador Yehuda Bauer, Presidente Honorario de IHRA, tuvo la ocasión de intervenir y exponer con un énfasis pocas veces visto un argumento contundente.
“Si Uds. no pueden transmitir que el antisemitismo no es un problema de los judíos, no están a la altura del trabajo que tienen. Cuando alguien lleva adelante una política antisemita mueren más no judíos que judíos. Durante la 2da Guerra Mundial murieron más de 60 millones de personas, es decir que murieron más de 54 millones de no judíos contra 6 millones de judíos”.
Es un argumento de una solidez indiscutible.
El odio antisemita corroe una sociedad desde dentro.
Nadie duda que una democracia es el gobierno de las mayorías. Pero la fortaleza de esa democracia es directamente proporcional a la protección de los derechos de las minorías.
Si esas mayorías niegan que una minoría está siendo hostigada, la calidad de esa democracia es frágil.
Estos argumentos nos tienen que servir para llamar la atención para enfrentar estos problemas por parte de quienes no quieren verlo o niegan su existencia.
Si no logramos eso, como dice Bauer, no estamos a la altura de la tarea.-
Fuente: www.lapalabraisraelita.cl