“Iom Hashoá debería ser una de las fechas más sagradas del calendario universal moderno”.

“Iom Hashoá debería ser una de las fechas más sagradas del calendario universal moderno”.
17 mayo, 2016 administrador

Por Ana Jerozolimski. Publicado en Semanario Hebreo el 5 de mayo de 2016.

Con la Profesora Gisela Spinola, docente de historia en el Elbio Fernández.

En diciembre último publicamos una primera entrevista con Gisela, poco antes de que partiera a cumplir un sueño de toda la vida: su primer viaje a Israel, para participar en un curso en el Museo Recordatorio de la Shoá, Yad Vashem en Jerusalem. Sabemos, por la amistad que nos une, que sus expectativas se vieron colmadas y que tanto ese seminario como su estadía general en Israel, le llenaron el alma, desde siempre sensible y cercana a temas judíos. De cara a Iom Hashoá, nos pareció que uno de los mejores homenajes a las víctimas y a los sobrevivientes, sería pedir a Gisela que comparta con nuestros lectores su análisis de lo vivido y aprendido, que se agregó por cierto al caudal de sentimiento y conocimiento que siempre tuvo. Esta es la entrevista que mantuvimos.

 

Gisela, esta entrevista la estamos realizando para publicarla en el Semanario Hebreo de Iom Hashoá, el Día Recordatorio del Holocausto. Y te la solicité porque por tu acercamiento al judaísmo desde jovencita, te has interesado mucho en el tema, pero más que nada, porque tus sentimientos y conocimientos al respecto cobraron un sentido especial hace pocos meses cuando por primera vez en tu vida visitaste Israel, becada para un curso sobre Enseñanza del Holocausto, en Yad Vashem. ¿Ves ahora esta fecha de otra forma?

Sí Ana, la vivo ahora – si cabe la posibilidad – con mucho, muchísimo mayor compromiso aún de lo que la he vivido siempre. Y parecería extraño decirte esto, porque siempre pensé que mi compromiso, tanto espiritual como profesional, o sea educativo, con este tema era supremo. Pero después de haber vivido la experiencia de Yad Vashem, de Lojamei Haguetaot (el Museo de los Combatientes de los Ghettos, en la Galilea), y de haber pasado esos más de veinte días conviviendo con la realidad israelí, siento que nunca había hecho lo suficiente… No sé si se puede hacer lo suficiente.

¿Qué significa hoy para vos Iom Hashoá?

Iom Hashoá siento que es la fecha más sagrada del judaísmo contemporáneo, pero a la vez que debería ser una de las más sagradas del calendario universal moderno…. Yo creo que la Shoá trasciende absolutamente el judaísmo hoy, y se ha transformado, o debería transformarse de verdad, en una fecha de recogimiento y máxima reflexión para la Humanidad toda. Porque la Shoá fue una catástrofe de tal magnitud que nos debe interpelar como seres humanos…. de ahí su carácter necesariamente universal.

DESDE ADENTRO, EN YAD VASHEM

Conocías a fondo la historia, conocías por cierto el pequeño pero emotivo y significativo Museo del Holocausto en la Kehila. ¿Qué te agregó adentrarte en Yad Vashem?

Llegar a Yad Vashem, cada día de los diez que duró el Seminario, significó un desafío para cada una de esas mañanas, donde desde que me levantaba y bajaba en el hotel a desayunar, ya sentía que lo que iba a vivir a partir de bajar del bus que nos llevaba hasta la Escuela, iba a ser especial; iba a ser conmovedor, iba a ser impactante. Mis expectativas siempre fueron muy altas en ese sentido….pero la realidad fue superada por mi ficción personal… Yad Vashem Es en sí mismo un lugar sumamente especial…. desde su arquitectura al interior de los edificios, todo está impregnado de solemnidad pero, a su vez , de una modernidad que nos hace sentir que la vida continúa , pero que en ese lugar SE RECUERDA, SE HOMENAJEA; SE APRENDE…

El curso que hiciste en Jerusalem sobre la enseñanza de la Shoá, va evidentemente más allá de la historia misma. El tema central, como ya me comentabas tú en la entrevista que hicimos antes de tu partida, no es recordar fechas y números, sino el contenido de fondo. ¿Cuáles son a tu criterio los mensajes centrales a transmitir al enseñar sobre la Shoá?

La filosofía educativa de Yad Vashem es absolutamente innovadora en esto, si bien está claro que la Shoá en sí misma es un legado de valores de todo tipo y formas de interpretación. Yad Vashem pone el énfasis en rescatar la voz de la víctima; su antes, su durante y su después….porque en muchos casos por suerte hubo un después; su relato es fundamental para poder intentar abordar el tema. Y digo intentar, porque creo que debemos entender que jamás vamos a poder ponernos en el lugar de las víctimas. Generar empatía es una cosa, pero creer que podemos ponernos en su lugar es otra…Y desde allí creo que uno de los mensajes más importantes que nos deja es : la Shoá ¿puede ser un precedente? o ¿puede ser una advertencia?. Dependerá de nosotros como sociedad humana, que no se convierta en un precedente. Parafraseando a Franklin Little, tener muy presente que: “El camino a Auschwitz fue construido por el odio pero fue pavimentado por la indiferencia”…y que la indiferencia también mata.

MENSAJES-NO SÓLO JUDÍOS.

Es como esa frase tan conocida que afirma que lo necesario para que los malvados triunfen es que los buenos no hagan nada para impedirlo. Gisela ¿hay que distinguir entre los mensajes en la “interna” judía y los universales?

No me queda claro si hay que distinguir o diferenciar. Creo que de la Shoá debemos apropiarnos todos. ¿Cómo fue humanamente posible? Es una respuesta que creo que debemos buscarla entre todos los seres humanos. Primo Levi dijo una vez: “Si comprender es imposible, conocer es necesario”. Yo creo que debemos hacer el esfuerzo supremo por entender por qué fue posible que una atrocidad de esta magnitud haya sucedido… y hacer lo imposible para educar para que esto no se repita.

¿Dirías que la clave acá es el compromiso para con la memoria?

Sin lugar a dudas. La memoria es fundamental, por ello el hincapié que hace Yad Vashem en enseñarnos a los educadores lo esencial de rescatar la voz de la víctima; personificarla. Cómo se sintieron. Cómo vivieron ese trauma. Cómo se resistieron, en forma espiritual o armada. Qué dilemas tuvieron que enfrentar. Cómo era su vida antes de la catástrofe. Cómo volvieron a la vida después de la tragedia.

LOS ALUMNOS Y LA SHOÁ

Como docente de Historia que enseña a jovencitos ¿qué experiencia has acumulado respecto a cómo se toma el tema? No es “normal”, seguro no lo más común y corriente, que un adolescente capte cabalmente qué significa matar millones para erradicar a un pueblo de la faz de la Tierra.

Los chicos de Enseñanza Media por lo general no saben demasiado del tema. Pasa en una clase, que tenés dos o tres que a lo mejor vieron alguna película, leyeron el Diario de Ana Frank, recuerdan o se interesan más por su cultura general. Pero lo más común es que repitan clichés sin adentrarse en lo humano del tema. A mí me pasa que cuando empezamos a ver el tema de la Ascensión del Nazismo, la política racista de Hitler, ahí recién empiezan a comprender… y caen recién cuando trabajas desde las víctimas. Cuando empezás a ponerle rostro y voz a esas personas… Ahí recién empiezan a poder empatizar y dejar de ver la cosa fría de los números. Rematamos con la actividad del Taller del PROYECTO SHOÁ, y con los educadores que le transmiten el tema con la frescura propia de su edad. En las evaluaciones que hacemos después, la mayoría te dice que no conocía como creía el tema.

ENSEÑANZAS

En el marco del curso han tenido la oportunidad de escuchar testimonios de sobrevivientes de la Shoá. Recién destacabas ese elemento, el ponerle rostro y voz a la Shoá. ¿Qué enseñanzas te dejaron los sobrevivientes?

Un impacto emocional tras otro… una congoja por un lado, y por otro tenerlos vivos allí delante de nuestros ojos, compartiendo la intimidad de sus experiencias fue único. Cada testimonio es único en sí mismo. Te enseñan de la resiliencia. Te enseñan que los problemas que creemos que tenemos en la vida cotidiana, deberíamos darnos cuenta, que muchas veces son solo dificultades. Me enseñaron de los dilemas por los que debieron atravesar estas personas, la mayoría de ellos siendo niños o muchachas y muchachos muy jóvenes. Me enseñaron que, a pesar de todo, se puede.

¿Algo te impactó, te sorprendió? Bueno…sé de antemano que me dirás “todo”.

Así es. En Yad Vashem todo. Pero en especial el Memorial de los Niños. Te oprime la angustia allí adentro…y en definitiva dentro de esa bóveda apenas iluminada, no ves nada… pero escuchás una y otra vez nombres, edades y lugares de origen de cada uno de los niños que fue asesinado en la Shoá…y no podés retener ninguno… y eso te mortifica y te angustia de una forma que sólo lo podés entender si lo pasás.

Y FUERA DE YAD VASHEM…

¿Qué te llevaste contigo de esa singular experiencia en Jerusalem, en términos generales, no solamente respecto a la Shoá? ¿Cómo te sentiste en Israel?

De Israel no me quería volver. Fue la primera vez en la vida que me pasó algo así. De Jerusalem me enamoré. De sus calles, de sus muros, de su gente…de esa comunión de gente tan religiosa por un lado, y tan secular por otro. Me sentí como en mi casa, en Israel en general, pero en Jerusalem en especial. La gente, sumamente simpática y siempre pronta a darte una mano, sobre todo cuando con el idioma parecía que no me iba a poder hacer entender, al contrario. Que jamás sentí miedo por ninguna cosa, ni aprehensión por los titulares de los diarios, al contrario. Cómoda, distendida y permanentemente emocionada. Y muy mimada por los amigos que dejé allí ¡La familia Beris Jerozolimski en especial!

Es que vos nos diste la alegría de poder recibirte en casa y así nos permitiste compartir. Fue muy especial tenerte con nosotros. Gisela ¿algo más que te parezca oportuno agregar?

Agradecer. Agradecer a Rita Vinocur por el nexo en la presentación de la postulación de la beca; agradecer a mis 28 compañeros de los 12 países latinoamericanos que formamos parte de AMLAT 2016 (Seminario América Latina de Yad Vashem) que formamos un grupo de verdaderos “hermanos”, que fue fundamental para hacer también tan especiales esos días estando todos tan lejos de casa; a mi amigo del alma Eduardo Zalovich, que fue artífice fundamental para hacer realidad la llegada a Israel. Y a tí Ana, y a tu familia divina, que me hicieron sentir de verdad….mejor que en casa ¡por algo no me quería volver!

Gracias, gracias a todos. ¡Sueño cumplido para mí…! …pero pensando en volver.

Te esperamos. Gracias a vos por permitirnos aprender de tu visión, de tu análisis y profundidad.

ENTRE LA SHOÁ Y OTROS GENOCIDIOS

¿Cómo lidia Yad Vashem, que imparte estos cursos desde hace muchos años, entre lo singular de la Shoá por un lado y el hecho que ha habido desde entonces otros genocidios?

Los docentes tienen una mirada muy clara en este sentido. Saben, y así lo transmiten en cada una de sus charlas, de sus conferencias, que la Shoá ha sido el genocidio más paradigmático del siglo XX. Que si bien no podemos hacer un ranking del sufrimiento, porque no sería ni humano ni moralmente correcto, la Shoá fue un genocidio extremo. Extremo por donde lo miremos. Extremo desde lo ideológico, desde lo geográfico y desde lo tecnológico… y eso lo hace inédito. Lo cual no quiere decir que no se comprenda ni se piense que las víctimas judías sufrieron más que otras víctimas de otros genocidios.

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