El escritor Ruperto Long y comitiva del Instituto Italiano de Cultura, visitaron el Museo de la Shoá de Uruguay

El escritor Ruperto Long y comitiva del Instituto Italiano de Cultura, visitaron el Museo de la Shoá de Uruguay
9 noviembre, 2021 administrador

Las palabras de Rosario Firpo dan cuenta del profundo impacto de la visita

 

Foto, de izquierda a derecha: Emanuela Capelli, Silvia Merly -directora del Instituto Italiano de Cultura-, Ruperto Long, Rita Vinocur, Rosario Firpo y Mariela González.

 

Palabras de la Prof. Rita Vinocur, directora del Museo de la Shoá de Uruguay:

El Centro Recordatorio del Holocausto de Uruguay recibió una visita singular y emocionante: nuestro tan querido Ruperto Long de quien sería interminable detallar sus credenciales y méritos; lo describiremos como nuestro cálido amigo, sincero y leal en todas las situaciones. Vino acompañado por Mariela González del Latu y representantes del Instituto Italiano de Cultura: la autora del artículo Rosario Firpo, Silvia Merly – la directora del Instituto- y Emanuela Capelli. Fue un gran placer recibirlos e interactuar con tan distinguidos visitantes y recibir esta devolución de palabras tan conmovedoras.

Escribe: Rosario Firpo

Después de muchos años de compartir barrio, el pasado viernes tuvimos la posibilidad de visitar el Museo de la Shoá, pero más que visitar un Museo fue la ocasión de compartir, intercambiar y volver a valorar la vida.

De la mano de su Directora, la Prof. Rita Vinocur Benkel, pudimos adentrarnos en su vida, en su familia, en las vicisitudes que hicieron que hoy esté aquí compartiendo con nosotros sus vivencias.

Desde su historia íntima, la de su madre, abuelos y tíos, Rita nos permitió entrever el dolor, la desesperación, la tremenda angustia que vivió su pueblo y junto a él tantas otras minorías étnicas y grupos de seres, que a ojos de otros seres tan iguales e imperfectos como ellos, no daban la talla para “crear la humanidad perfecta”.

Si bien personalmente he tenido la oportunidad de visitar varios memoriales, aun no comulgando con la religión judía, me sorprende cada vez y de manera más intensa, la capacidad de destrucción de la que somos capaces los hombres.

A la pregunta de Rita sobre si pensábamos que existen en el mundo más personas buenas que malas o viceversa, todos quisimos darle un crédito a la humanidad, respondiendo que seguramente existen más personas buenas… Me pregunto si será que las personas buenas tenemos poca memoria…

Caminando entre las fotos y objetos expuestos en el Museo, no tuve la inmensa duda de cómo habrá sido vivir en un ghetto o en un “campo” sino, cómo habrá sido vivir después de un ghetto o de un “campo”. Pocas veces nos preguntamos cómo se habrán sentido tantos miles de sobrevivientes de ese infierno que no podemos ni imaginar. Ese infierno que devoró millones de vidas y devolvió a cientos de miles de otras para que dieran testimonio de lo que nunca más debe volver a suceder.

Sus memorias tienen que volverse nuestras para dejar constancia a las nuevas generaciones y poder seguir respondiendo que sí, que existe muchas personas buenas en el mundo.