Yo quiero recordar, tú quieres recordar, nosotros recordamos

Yo quiero recordar, tú quieres recordar, nosotros recordamos
22 mayo, 2017 administrador

Resumen de la Cadena nacional por Radio y Televisión transmitida el 27 de enero, en la persona de la Ministra de Educación y Cultura Dra. María Julia Muñoz. Publicado en Semanario Hebreo el 2 de Febrero de 2017.

En un día como hoy, 27 de enero, pero de 1945 un grupo de avanzada del ejército soviético avistó el campo de concentración de Auschwitz en la Polonia ocupada por las fuerzas nazis. Estos ya habían huido del campo, pero los sobrevivientes, enfermos y hambrientos, ya casi no podían moverse. Más de 1 millón de seres humanos, mujeres y hombres, niños y ancianos fueron asesinados en ese campo por una maquinaria de la muerte.

En el año 2005 las Naciones Unidas definió este día como una jornada de reflexión y homenaje a las víctimas del genocidio, en nuestro país el Poder Ejecutivo convoca por este medio al recuerdo y compromiso de Nunca Más.

Nuestro mensaje no es ni quiere ser “inocente”. Quiero invitar a no mirar para otro lado, y a hacer lo que esté al alcance de cada uno de nosotros para evitar el desarrollo de esa tendencia al exterminio del otro que la sociedad occidental podría patentar como propia, no porque le sea exclusiva, sino porque la ha desarrollado a niveles que hasta antes del siglo XX difícilmente alguien habría podido imaginar.

El testimonio ha sido la fuerza para construir una memoria ejemplar ante los continuos intentos de olvido y negación. Hay pasados que no pasan, son aquellos que nos siguen interpelando y enseñando. Sin saber de dónde venimos difícilmente sabremos a donde podremos llegar.

(…)

El genocidio es un crimen que podemos saber cuando comienza pero no cuando termina. Como delito de lesa humanidad es de carácter permanente, continúa pasando de generación en generación y afecta a una gama muy grande de personas, no sólo a las directamente involucradas.

Conocer, aprender y asimilar el pasado humano adquiere un significado singular cuando la materia de estudio son los extremos de maldad y los de bondad y solidaridad. Nos ayuda a distinguir y aprender hasta dónde puede llegar el ser humano. Nos aporta el conocer los límites y alcances del poder del Estado así como adquirir herramientas para construir una sociedad más plural y democrática sin distinciones ni excluidos. Siempre miramos al pasado, a veces con cierta indiferencia y en otras con afectividad, pero nunca podremos negar la necesidad de aprender de él.

Como sociedad no podemos avalar la indiferencia, la prescindencia, el silencio, la mentira, la falta de compromiso. No podemos callarnos ante los prejuicios, los estereotipos, la discriminación, la xenofobia, el racismo. No podemos denunciar la injusticia sólo cuando nos toca a nosotros, cuando nos duele a nosotros. Nada de lo humano nos debe ser indiferente, por ello condenamos todo acto terrorista en cualquier lugar y en cualquier tiempo.

(…)

“La democracia, – sentenció Chil Rachjman sobreviviente del Holocausto también residente en Uruguay hoy fallecido, – requiere la participación activa, reflexiva y responsable de todos. Está en nosotros evitar que aquellos episodios como éstos continúen repitiéndose. Trabajemos juntos por un Nunca Más”.

Finalizamos con la palabra de Ana Vinocur quien alertó: “No podremos borrar nunca lo que hemos soportado, tampoco podremos recuperar lo que hemos perdido, ni todas las riquezas del mundo agolpadas lograrían borrar las huellas tatuadas en nuestros corazones. A pesar de todo tenemos que seguir adelante y edificar nuestro futuro. No se debe permitir que los tiranos lleven al mundo hacia la esclavitud. Es necesario que las futuras generaciones sepan defender, comprender y apreciar la palabra LIBERTAD”

Recordar y honrar

“Nuestro homenaje es a los 6 millones de asesinados del pueblo Judío, y también a los millones de personas que con algún tipo de capacidad diferente fueron asesinados al igual que a opositores políticos (comunistas y socialistas), a Testigos de Jehová, a gay/ lesbianas y travestis, a prostitutas, y a todos aquellos que a sabiendas que su lucha no tenía posibilidad de triunfo generaron una permanente resistencia, en algunos casos armada, en la mayoría de las veces de carácter espiritual o a través de la solidaridad con los perseguidos.

Al millón y medio de niños judíos a los no les permitieron crecer y aportar al mundo su sangre nueva. Hoy sabemos que muchos de ellos fueron el sostén de sus padres y abuelos para conseguir alimentos en los Ghettos, arriesgando sus vidas por su familia.

A los combatientes del Ghetto de Varsovia y del campo de exterminio de Treblinka y a los que desde los bosques dieron ejemplo de valentía y dignidad.

A sociedades, en particular la danesa, que enfrentó en colectivo la deportación de judíos de su país, y de esa manera salvó a la mayoría de la muerte.”

En memoria de los sobrevivientes que llegaron a Uruguay.

“Rememoró Pola Liberman, sobreviviente que residió en Uruguay (…) “Hacía apenas unos días que llegamos a ese infierno llamado Auschwitz. Miles de preguntas pasaron por mi mente, pero sin respuestas. Es el cementerio más grande del mundo”.

Isabela Matrai de Primo, escribió “llegué al Uruguay en el año 1947. Aquí me casé. Formamos un hogar con dos hijos. Soñamos en darles todo lo que tan brutalmente nos habían quitado. Soñamos en un futuro mejor, pero el pasado era muy triste y fuertemente me atormentaba. No me dejaba en paz durante el día y con pesadillas por las noches. Cinco años infernales de terror, miedo y hambre en el Ghetto de Lódz, mi ciudad natal – y otro año terrible en los campos de concentración como Auschwitz, Berlín y otros. Continuamente me preguntaba si realmente era cierto todo lo que ocurrió. ¿Podría existir tanta, tanta maldad humana? Y desgraciadamente tenía que contestarme a mi misma que sí, que existió todo este infierno”. Enrique Bergazin, quien también vino a vivir a Uruguay, no se cansó de pensar en su hermana de 6 años asesinada, cuando le preguntó “¿Por qué nos echaron de nuestra casa? ¿Qué podía responderle yo?”.

“Decidí dejar Alemania y buscar a mis tíos que vivían en Uruguay”, comentó Ester Morgenstern de Bergazin, ya fallecida, “Atrás quedaron las sombras, las penurias y tantas otras crueldades que formaron parte del infierno del régimen nazi. Dentro de mi corazón y mi mente quedó la eterna pregunta: ¿por qué? ”.

Ana Vinocur, emblema de la memoria cuyo nombre engalana una Escuela pública de Montevideo, nos enseñó que “aunque no podremos borrar nunca de nuestra mente lo que hemos soportado, ni tampoco recuperar lo perdido, debemos buscar el camino de la tan anhelada paz, y no permitir que los tiranos lleven al mundo hacia la esclavitud”.

Un liceo uruguayo llevará el nombre de Mordejai Anilevich

Tal como anunciamos por adelantado en nuestro número anterior, la Ministra de Educación confirmó en la cadena nacional que en el nuevo año lectivo, un liceo uruguayo recibirá el nombre del líder del levantamiento del ghetto de Varsovia Mordejai Anilevich.

“Su nombre se unirá al de otras figuras relevantes perseguidas por poderes antidemocráticos y dictatoriales, cuyos nombres honran la educación pública, como la nombrada Escuela Pública Nº 359 Ana Vinocur; Escuela Pública Nº 181 Mtra. Elena Quinteros, Escuela Pública Nº 271 Ana Frank, Escuela Pública Nº 269 Mtro. Julio Castro, Escuela Pública Nº 183 Nelson Mandela.

Hoy más que nunca como sociedad necesitamos reflejarnos en referentes éticos que con sus luchas nos legaron la enseñanza de convivir en paz sin discriminación de clase alguna. Con dignidad vivieron y con dignidad murieron. Sus legados son guías en la educación de nuestros niños y jóvenes.

(…)

La misión de la educación es enseñar aprendiendo en la diversidad el respeto al otro, al “diferente”; convivir sin violencia de ningún tipo ni física ni verbal ni gestual. Ser protagonistas de una sociedad en paz donde del debate fluya el conocimiento”.

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