Qué habrán sentido…

Qué habrán sentido…
9 febrero, 2015 administrador

Publicado en Semanario Hebreo el 29 de enero de 2015.

Observamos las escenas del martes en el Parlamento, las barras repletas de gente…. y pensamos qué habrán sentido.

Qué habrán sentido los sobrevivientes de la Shoá que estuvieron presentes este martes en la sesión especial de la Comisión Permanente del Parlamento dedicada al Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto.

Qué habrán sentido sentados en las barras , rodeados por la imponencia del Palacio Legislativo, símbolo de la democracia nacional, al saber que parlamentarios de distintos partidos , en nombre de sus agrupaciones políticas todas, y del país en general, estaban homenajeándolos a ellos y a quienes no pudieron vivir tras la hecatombe.

Nadie tiene derecho de adentrarse en los sentimientos del prójimo… aunque todos incurrimos a veces en el intento de hacerlo… Y también nosotros ahora… adivinando que en ellos, en Giza Alterwajn, Silvio Packer, Alejandro Landman, Catalina Jakter, Esther Segal, Miriam Kertesz, León Poplawski, Bronislawa Pecher, Clara Drak, Sara Filut, Clara Singer, Larissa Mogilewski… el orgullo tiene que haber superado allí, desde las barras, a los difíciles recuerdos y la tristeza. No sólo porque quedaron vivos, pudieron contar y seguir adelante, formando familias y viviendo sin odios ni rencores…sino porque su país, el que los adoptó, al que llegaron tras la Shoá, estaba homenajeando a las víctimas todas.

Cabe suponer que todos llegaron a Uruguay en su momento, casi por azar…o porque algún familiar ya se había acercado a nuestras costas. Seguramente, tras los avatares de la tragedia en Europa, ninguno se había colocado frente al mapamundi decidiendo que seguramente Uruguay sería la mejor elección.

Pero este martes, en las barras…nos atrevemos a adivinar que se habrán sentido satisfechos de que este haya sido su destino. No creemos que en muchos lugares del mundo, el deseo de dar contenido a la fecha instituida en el 2005 por las Naciones Unidas como Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto se traduzca en tantas iniciativas oficiales dirigidas a la ciudadanía toda, no sólo a los ciudadanos judíos. Y no importa realmente si la idea vino de otro y luego el “Estado” se sumó.. Lo que cuenta… es que lo hizo..

He aquí entonces que el mismísimo Presidente de la República habló en cadena nacional de radio y televisión honrando la memoria de las víctimas. Y en el atrio de la Intendencia se inauguró una exposición sobre Ana Frank , con participación del Ministro de Educación y Cultura y la Intendenta de Montevideo, y se presentó una imponente escultura que recuerda a Ana Frank como realmente murió, sin la sonrisa que todos le conocemos, sino enferma, casi huesos, demacrada totalmente… de hecho… asesinada.. Y anoche, un acto promovido por el Ministerio de Educación y Cultura… y todo, dirigido a los uruguayos todos.

Es un mensaje el ver a las autoridades nacionales junto a las comunitarias judías… un mensaje a los extremistas, a los que desmienten o minimizan el holocausto. Es un mensaje escuchar a no judíos, legisladores, docentes, hablando de la importancia de recordar y captar la magnitud plena de lo que pasó.

Todos sabemos que siempre puede encontrarse a quien diga “otra vez los judíos con el holocausto”… como si fuera una obsesión, un tema inventado o exagerado usado como excusa para cualquier cosa… Como si exageráramos…Y esto nos recuerda una entrevista que realizamos años atrás a una sobreviviente, en Jerusalem, en los tiempos en los que el Presidente de Irán era Mahmud Ahmadinejad, que se pasaba desmintiendo o minimizando la Shoá. ”Yo le pregunto a Ahmadinejad”, nos dijo nuestra entrevistada, “si la Shoá no ocurrió… ¿Dónde está toda mi familia?”.

Son varios los mensajes que deben irradiar los distintos actos, los discursos, los recuerdos. En primer término, tener presente que los nazis diseñaron una solución final para “la cuestión judía”, que consistía en aniquilar al pueblo judío como tal, exterminando a hombres, mujeres y niños, por el sólo hecho de ser judíos. Fue un Estado al servicio de una industria de la muerte. También otros grupos sufrieron de la garra nazi, pero ninguno como el pueblo judío, su víctima principal, en una locura que por cierto también cobró las vidas de otros inocentes, como ser gitanos, comunistas y demás. El recordar lo singular de la Shoá, no equivale a minimizar el sufrimiento de otros. En absoluto. Pero sería faltar a la verdad poner a todos en el mismo plano.

Al mismo tiempo, la otra cara de la moneda. Hay que tener bien presente lo que los nazis hicieron al pueblo judío, para recordar de qué es capaz el hombre…y estar alerta ante el peligro de que alguien, otros hombres, quieran hacer lo mismo o algo similar, a otros semejantes… sea cual sea su religión, su credo, su identidad política, su raza.

Es por eso que en Yad Vashem, el Museo Recordatorio del Holocausto en Jerusalem, realizan constantemente cursos para educadores, para que sepan y retransmitan, para que enseñen a sus alumnos y así, influyan en sus respectivas sociedades.

No es para que haya más actos y ceremonias recordatorias. Los judíos ya tenemos muchas… sino para garantizar que más y más gente sepa cómo pudo ocurrir un horror así—y tenga los elementos necesarios para frenar otro a tiempo.

Y volvemos, para terminar, a los sobrevivientes..no sólo los uruguayos que este martes estaban en las barras del Parlamento, sino los sobrevivientes todos… los que vieron lo peor y cuando lograron salvarse, optaron por apostar por formar nuevas vidas, no por buscar venganzas.

Sea como sea… ¿acaso podría existir algo que “vengue” el asesinato de seis millones? Preferimos hablar de victoria moral… de todos aquellos para los que los nazis también planeaban el asesinato, pero que lograron sobrevivir, se levantaron, combinando el recuerdo y la memoria con una mirada constante hacia adelante, comenzaron de nuevo y hoy, rodeados de hijos, nietos y bisnietos, pueden decir, con dignidad: “Presentes”.

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