Por Ana Jerozolimski. Publicado en Semanario Hebreo el 4 de Febrero de 2016.
Con profunda tristeza recibimos esta semana la noticia sobre el fallecimiento del muy querido Profesor Manuel Tenenbaum, brillante intelectual , ex Presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Director durante tres décadas del Congreso Judío Latinoamericano, docente de historia judía, enciclopédico orador, pero ante todo, una persona de bien, con valores, de principios.
En su bendita memoria, reproducimos una de las entrevistas que le realizamos en los últimos años. Fue publicada en “Semanario Hebreo” en setiembre del 2007, pocos meses después de su retiro de la Dirección del Congreso Judío Latinoamericano.
P: Querido Manuel, ante todo quiero aclarar a los lectores que no puedo no tutearte porque fuiste mi profesor en la Escuela Integral, porque hay una relación personal de años y hasta porque fuiste compañero de liceo de mamá. Esto, por si alguien se sorprende cómo tuteo en una entrevista a una personalidad destacada como tú, que ocupó tan alto puesto en el Congreso Judío Latinoamericano. Y justamente creo que sería inevitable preguntar, ante todo, con qué espíritu has finalizado tus funciones de Director del CJL. De todos modos, no te vas del todo de la institución ¿no es así?
R: Mi retiro se produce al cabo de tres décadas, pero continúo vinculado en calidad de Senior Adviser. De la Dirección salgo en muy buen ánimo, contento y hasta en cierto modo sorprendido por los reconocimientos, verdaderamente generosos, que viene recibiendo mi gestión. Pero antes de seguir adelante con la entrevista quiero expresar el afecto y el orgullo con que recibo tus preguntas. Cierro los ojos y aún te veo en el banco liceal como la alumna siempre inquieta y deseosa de saber más. Recuerdo mi amistad entrañable con tus padres. Tu padre, José Jerozolimski z’l, inolvidable sin duda. Asisto a tu formidable carrera como periodista internacional y a la hazaña de redactar un “Semanario Hebreo” rico y dinámico desde tu mesa de trabajo en Israel. Por estos motivos, que son tanto del sentimiento como de la razón, este reportaje me resulta particularmente grato.
P: Muchas gracias por tus palabras Manuel. Espero merecer al menos parte de ellas. En cuanto a tu misión recién finalizada ¿Hay en cierto sentido alguna sensación de alivio? Te lo pregunto porque una función representativa como la que ocupaste durante varios años en el CJL, significa también una gran responsabilidad….
R: No es exactamente una sensación de alivio. Algunos pensadores sostienen que conciencia y responsabilidad son consustánciales con la visión judía del mundo. Duele que más de 60 años después de la Shoá haya negadores del Holocausto; subsista un antisemitismo sutil e insidioso así como el crudo y violento, y que de un solo Estado, el Estado del pueblo judío, se ose hablar de su eliminación del mapa de las naciones. Ante estos desafíos, creo que el deber judío de enfrentarlos con sereno coraje es para cada uno de nosotros, desde cualquier posición, un oficio sin tregua.
P: ¿Se puede hablar de lecciones que se aprende, de cosas que se saca en limpio, al poder observar hechos y conocer procesos de cerca desde el puesto de Director del Congreso Judío Latinoamericano, que por cierto abre puertas? En otras palabras : ¿tienes hoy afirmaciones que hacer sobre la situación del pueblo judío, especialmente en América Latina por cierto, que derivan del cargo que has desempeñado?
R: Todos los días se aprenden lecciones. La vida es una escuela permanente. Una enseñanza que siempre se debe tener presente es que el judío digno, asumido, que se expresa como tal y reivindica su verdad, goza de respeto en toda sociedad abierta, libre y democrática. Asimismo la justicia de la causa de Israel es límpida y amplios sectores, a veces demasiado silenciosos, de la opinión pública latinoamericana así lo entienden, a pesar de intereses y factores ideológicos coyunturales. No soy de los que creen que la situación del pueblo judío en el mundo es hoy parecida a la de los años 30 y 40 del siglo pasado. Hoy los judíos no están indefensos, inermes y aislados como entonces. Hoy está el Estado de Israel y confiamos en la honda de David para enfrentar al Goliat moderno.
P: Quizás suene a demasiado simplista, porque sé que la vida no es en blanco y negro, pero aún así te quisiera preguntar qué notas respecto a la vida de las colectividades judías en Latinoamérica: ¿está peor o mejor que antes?
R: Estimo que la calidad de la vida judía en América Latina no está peor ni mejor que antes. Simplemente algunas de sus características van cambiando con los relevos generacionales y la mudanza del mundo en general. Las comunidades judías del continente siguen manteniendo un fuerte institucionalismo, un gran amor a Israel y un importante esfuerzo educativo, cultural y religioso. El camino es de ida y vuelta: están los judíos que se distancian, pero están los judíos que vuelven. No creo en los pronósticos agoreros sobre el fin del pueblo judío. Toda nuestra historia los desmiente.
P: ¿Cuáles son los desafíos con los que en tu opinión, lidia el judaísmo latinoamericano hoy en día? Sería inexacto, supongo, hablar sólo de Chávez ¿verdad? Pero claro que podemos comenzar por ahí si te parece…
R: Las comunidades judías constituyen hoy un componente legítimo de las sociedades latinoamericanas. Los peligros externos que pueden eventualmente afrontar son más bien de importación. Hay lamentablemente una comunidad que no se siente confortable, pero el caso es más bien excepcional. Me parece que la gestión comunitaria debería centrarse menos en la cuestión antisemita, sin descuidarla por cierto en un ápice, y más en tópicos positivos de carácter social, educativo e interreligioso. De esta manera se puede lograr una mejor interacción con los demás componentes de la sociedad civil.
P: Solemos destacar la relación entre Chávez e Irán. Pero sería limitado.¿Tú notas otros problemas derivados de su enfoque, que no están relacionados directamente sólo a la mayor presencia de Irán en el continente?
RECORDANDO
Manuel Tenenbaum, nacido en Montevideo en 1934, fue Presidente de la B’nai B’rith (1972-74) y del Comité Central Israelita del Uruguay (1976-78) y Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (1978-2007) desde Buenos Aires. En el ámbito intelectual y docente, dictó clases y conferencias sobre el judaísmo contemporáneo en los países latinoamericanos, Estados Unidos, Israel y España. Recibió varias distinciones, entre ellas la que se le otorgó conjuntamente con Marcos Aguinis por la Embajada de Israel en Buenos Aires y el Premio del Instituto de Cultura Iberoamericano en Israel con Pilar Rahola y el Embajador Mordechai Arbell.
R: En América Latina hay un profundo resentimiento contra los Estados Unidos y el continente está demasiado lejos del Cercano Oriente para comprender por qué Israel, en medio de un océano de hostilidad, mantiene una relación especial con el Imperio, como lo denominan sus detractores. Para ciertos sectores de la izquierda que no profundizan el análisis Israel queda “pegado” a Estados Unidos. La consecuencia desgraciada es que algunos enemigos mortales de Israel, por serlo también de Estados Unidos, son elevados a la categoría de “amigos” o “progresistas”.
P: Hay una relación especial entre las comunidades judías de la diáspora, también en América Latina por cierto, y el Estado de Israel. ¿Dirías que se necesitan mutuamente o ha habido un cambio al respecto?
R: Si Israel es por definición un Estado judío y los judíos quieren mantener su identidad como tales en la Diáspora, ambas partes del pueblo judío se necesitan mutuamente. Este tipo de interrelación no se limita en el mundo actual a los judíos. Por el contrario, en algunos aspectos Italia y España están más adelantados en su relación jurídica y cultural con sus naturales en el exterior y los descendientes de los mismos. En el Parlamento italiano por ejemplo hay legisladores elegidos en Argentina y otros países de la emigración de dicho país.
UN DESTACADO URUGUAYO
P: Has recorrido el continente, has estado en contacto con altas esferas. ¿Siempre queda adentro, no sé si decir en la mente o en el corazón, la identidad uruguaya? Viviste años en Buenos Aires, pero no sé si la casa puede ser otra que Montevideo…
R: El lugar en que se nació es imborrable. Desde el paisaje a la gente; desde lo importante a lo banal, nos marca para siempre. Institucionalmente tuve dos vidas y mirando retrospectivamente las quiero a ambas. La comunidad judía de Uruguay es mi comunidad y al mismo tiempo en la comunidad judía argentina me siento como “pez en el agua”…
P: ¿Y existe algo así como el sentimiento judeo-uruguayo? O sea: ¿una forma uruguaya de ser judío? En otras palabras: en tus contactos con otras colectividades y con dignatarios no judíos en América Latina ¿sentiste que hay cosas que te unen a todos y otras que te distinguen?
R: Independientemente de la condición judía, como ciudadano de su país cada judío adquiere el perfil y las características más típicas de la población a la que pertenece. La tradición democrática del Uruguay le ha ganado mucho prestigio en el exterior y ese prestigio se refleja en la actitud hacia sus ciudadanos en la esfera pública en la que les toca actuar.
RESUMIENDO
P: En un alto cargo, uno aprende, supongo, inclusive cuando ya llega al mismo con un gran bagaje no sólo de conocimientos sino también de experiencia judía. Por eso quisiera preguntarte qué te aportó el haber sido Director del Congreso Judío Latinoamericano. ¿Dirías que hay algo que cambió tu vida con esto? ¿O ya de adulto eso es muy difícil?
R: El vínculo con el Congreso Judío Mundial y su Rama Latinoamericana me llevó de la comarca al mundo, como diría el inolvidable humanista uruguayo Eduardo J. Couture. Fue un verdadero privilegio y siento que fui afortunado.
P: ¿Y ahora? ¿Qué planes tienes?
R: Aparte de disfrutar de una mayor libertad para elegir mis intereses sociales e intelectuales, seguiré hablando mientras me quieran escuchar… Los valores judíos y la defensa de Israel seguirán siendo parte esencial de mis mensajes.
P: Y justamente ahora, que comienza el nuevo año, ¿Qué le deseas al pueblo judío al iniciarse un nuevo año?
R: Deseo que todo el Clal Israel pueda vivir en paz y tranquilidad. Que la seguridad y desarrollo del Estado de Israel prevalezcan frente a la hostilidad y los desafíos de las fuerzas malignas que lo acechan. Que en nuestras comunidades se profundice la conciencia judía y los valores éticos de nuestra herencia milenaria inspiren sus proyectos y realizaciones. Que las jóvenes generaciones se reencuentren con nuestras fuentes tradicionales. Que el mensaje judío al mundo siga siendo el de los Diez Mandamientos.-
P: Manuel, te deseo muchísima suerte en todo lo que emprendas.Y espero que también tengas tiempo de descansar un poco.
R: Muchísimas gracias por tus buenos deseos, que retribuyo cálidamente para ti y toda tu familia en Israel y Uruguay, así como para los queridos amigos que felizmente tengo aquí y allá. Paz y bienestar para todos.